Para ser presidente de los Estados Unidos no hace falta ganar unas elecciones. Así nos lo ha enseñado House of Cards por partida doble en su esperada quinta temporada, estrenada hace dos semanas a nivel mundial por Netflix.  

Ya en la segunda temporada, la ficción del gigante norteamericano nos enseñaba una palabra que hemos escuchado mucho en los últimos meses: impeachment. Es decir, el proceso mediante el cual se puede destituir a un presidente de los Estados Unidos.

De hecho fue así cómo Frank Underwood consiguió llegar a la Presidencia de la primera potencia mundial después de que conspirara para que el anterior presidente Garrett Walker se viera envuelto en un escándalo de lavado de dinero entre su mejor amigo y empresario Raymond Tusk, y un empresario chino.

De esta forma descubrimos que, para abrir un juicio político contra un presidente, un miembro de la Cámara de Representantes debe proponerlo y el comité de asuntos judiciales de la cámara de representantes deliberar sobre si hay pruebas para acusar al presidente e iniciar el proceso. De pasar ese filtro, se debe lograr una mayoría simple en esta cámara, y luego, otra de dos tercios del Senado.

En House of Cards, durante la deliberación del comité de asuntos judiciales, Raymond Tusk presta declaración y confiesa que el presidente sabía del acuerdo con China. Esto hace que Walker decida directamente dimitir antes que someterse a una votación, lo que convierte al Vicepresidente Underwood en Presidente.

¡Atención! Esta parte contiene spoilers de la quinta temporada

La Duodécima Enmienda 

En esta quinta temporada, la serie también nos ha enseñado cómo se puede ser presidente de los EEUU sin ganar unas elecciones. En este caso todo pasa con la duodécima enmienda de la Constitución americana.

Tras ver que va a perder las elecciones por los datos de Ohio y Tennesse, Underwood decide conspirar para que los gobernadores de estos estados cierren los colegios electorales por miedo a actos terroristas y no se puedan tener en cuenta los votos.  

Al producirse un empate entre Underwood y Will Conway, el presidente decide acudir a esta enmienda aprobada en 1804 para evitar una situación similar a la del año 1800 en la que produjo un inesperado empate entre Thomas Jefferson y Aaron Burr.

Entonces se decidió que si ningún candidato ganaba por mayoría, la Cámara de Representantes escogería al presidente y el Senado eligiría al vicepresidente. De esta forma, Claire Underwood se convierte en presidenta durante unos días después de ganar su votación en el Senado y que se produjera empate en el Congreso.

No será la única forma en la que Claire sea presidenta ya que el impeachment vuelve a salir a luz, aunque esta vez con Underwood como protagonista. Poco después de ser elegido presidente tras ganar en Ohio, el senador Alex Romero consigue que se abra una investigación contra Underwood por haber conspirado contra Walker.