Los concursantes están aprovechando estos días para demostrar su capacidad de supervivencia ante la ausencia de José Luis. Es bonito ver como toman las riendas de su concurso y se ponen a hacer algo, aunque no se olvida que fue su compañero el que les enseñó todo. Es de muy mal gusto escuchar a según qué concursantes afirmar no necesitar a su compañero para seguir adelante sabiendo la situación por la que está pasando el cocinero.
Estoy convencido que más de uno, en su interior, está deseando escuchar por boca de los presentadores de este programa que José Luis no puede volver a la competición. Son conscientes de que es el máximo rival y no interesa tenerle tan cerca, ahora que la final se palpa en el ambiente.
Kiko busca quedar como un pobre hombre enamorado
Otro que está y no se le conoce es Kiko. Su permanencia en la casa del árbol es bien distinta a su convivencia con el resto de concursantes en la playa. Su actitud es la propia del que no ha matado a una mosca. Sería creíble este nuevo rol si no hubiéramos visto todo lo que ha hecho semanas atrás. Este lavado de imagen no hay quien se lo trague, al menos por mi parte. Kiko busca quedar como un pobre hombre enamorado para poder seguir concursando ahora que la fase final del juego está a la vuelta de la esquina.
Su novia, a pocos metros de distancia, sigue haciendo el ridículo, como de costumbre. Se refiere al último expulsado en pasado y como alguien bastante lejano, como si en lugar de haber sido expulsado de un juego hubiera sido condenado a una pena de prisión de o algo por el estilo. Sus lágrimas acompañadas de ese drama exagerado e innecesario la ponen en el punto de mira. Gloria demuestra que su capacidad en el juego y su carácter independiente brillan por su ausencia. No se siente mal al reconocer que sin Kiko no merece la pena seguir concursando, e incluso desea salir cuanto antes para reencontrarse con su amado.
El apoyo de Laura
La que la consuela día a y noche es Laura Matamoros. No se da cuenta de que, con su actitud, da más cuerda al victimismo de Gloria. Que no se nos olvide que esta chica está cobrando un caché todas las semanas por estar donde está y que, como muy tarde, volverá a ver a su novio dentro de un mes. El numerito de viuda que está montando no hay por donde pillarlo. Es una lástima que en las alturas en las que estamos asistamos a este tipo de tramas, muy alejadas del objeto central de este programa.
El numerito de viuda que está montando no hay por donde pillarlo
Estaría bien que José Luis se salvara el próximo jueves. Si se van Gloria y Laura, se producirán dos situaciones interesantes a partes iguales. Si es la hija del colaborador la nominada con menos votos para salvarse, veremos a una Gloria en la más absoluta de las soledades, y eso es algo que me atrae sobremanera.
Sería un castigo justo para una persona que solo abre la boca para quejarse y para llorar por tonterías de patio de colegio. Si la eliminada es esta última, la veremos batirse en duelo con su amado, con ese hombre del que depende hasta para ir al baño. Si los espectadores quieren darle la vuelta a esto, echarán a Kiko para poder ver a Gloria completamente sola en un espacio tan reducido.
Una vez allí, tendrá que sacarse las castañas del fuego, esta vez sin el consuelo y sin la compañía de Laura Matamoros para poder sobrevivir. No estoy seguro de que la hija de Ortega Gano acepte esta nueva condición a cambio de seguir en el juego. Me temo que es muy posible que siga los pasos de Lucía Pariente y abandone el concurso por su propio pie, dejando a Kiko el camino libre. En este caso, quedaría como lo que es, una niña caprichosa, machista y sin personalidad que no le importa nada que no sea ella misma.