La gran final de Supervivientes se acerca y los ánimos en la isla se van normalizando. Los concursantes, incluido los últimos nominados, viven en un ambiente relajado y la competencia entre ellos parece haber disminuido, al menos de cara a la galería. Y digo lo de cara a la galería, porque cuento con el pleno convencimiento de todos ellos en su interior, libran una batalla personal que les empuja a ganar este concurso.
El rencor y las rencillas son aspectos que están ahí. Laura Matamoros y Alba Carrillo llevan una mochila sobre las espaldas que desean quitarse de encima cuento antes. Un saco repleto de reproches basados en su escaso nivel de participación en el terreno de la supervivencia. Ese es sin duda, su punto débil para ganar esta aventura, aunque hay que dejar claro que son ellas las únicas responsables de que una gran mayoría de espectadores piense de esa manera, discurso que coincide con lo que José Luis e Iván llevan diciendo a lo largo de estos tres últimos meses.
José Luis se enfrenta a los comentarios de sus enemigas, que no han parado de señalarlo y tildarlo de avaricioso y egoísta para con el resto. Son acusaciones sin ningún valor, en primer lugar, porque si algo ha demostrado José Luis en este concurso es que de egoísta tiene más bien poco. Se ha dedicado a pescar y a trabajar para el grupo, algo de lo que los demás y él mismo se han beneficiado. Otra cosa es que lo haya hecho para mostrarle a la audiencia sus dotes como superviviente, que están muy por encima de las del resto. Repito lo que llevo diciendo en mis últimos artículos acerca de esta cuestión.
Que José Luis trabaje para la cámara y para el puro contenido de este reality no es algo malo ni reprochable
Que José Luis trabaje para la cámara y para el puro contenido de este reality no es algo malo ni reprochable, todo lo contrario. Lleva contribuyendo a que su rol crezca semana a semana, convirtiéndose en uno de los pilares fundamentales de esta edición, por lo que, si gana, lo tendrá más que merecido. José Luis ha demostrado tener una paciencia incansable. En muy pocos y contados momentos le hemos observado perder los papeles o dirigirse a sus compañeros con faltas de respeto, algo que él sí ha tenido que soportar desde casi el principio del concurso. Primero con Leticia Sabater, expulsada que no dudó en ningún momento en machacar a su compañero a cambio de un minuto de gloria. Después, Kiko y Gloria, a los que el resto de concursantes se sumaron protagonizando un aquelarre que al manchego le ha venido de lujo para victimizarse en más de una ocasión. José Luis ha sido un concursante que ha sabido aprovechar las circunstancias y ha manejado con esmero y prudencia las cartas que este juego le ha ido proporcionando, y eso algo que no todas las personas que participan en un programa de telerrealidad saben hacer.
La estrategia final
Iván, está donde está porque responde al perfil del héroe que se solidariza con la víctima, defendiéndola y uniéndose a ella en el transcurso de los acontecimientos. Fue listo cuando se percató, de que, José Luis estaba ganando adeptos entre los espectadores durante su guerra cruzada con el resto de compañeros. Iván estuvo hábil, y decidió apostar a caballo ganador. Los espectadores siempre suelen proteger a este tipo de concursantes, e incluso los suelen llevar a la final a modo de compensación. Una compensación por valentía y por salirse de lo establecido sin miedo a futuras represalias. El tronista fue valiente y supo bailar en una situación donde eran todos contra uno. No sé si llegará a la final, aunque lo merece, de eso no hay duda.
Si Iván consigue vencer a la ganadora de Gran Hermano VIP puede darse con un canto en los dientes, aunque si finalmente lo logra, la victoria de José Luis sería más improbable, pues los seguidores de ambos dividirían el voto entre los dos, muestras que Alba acumularía algunos votos de los fans de Laura Matamoros, al haberse quedado ella a las puertas de la gran final. Esta teoría puede aplicarse en el caso opuesto. Si se salva Laura, José Luis estará más cerca del triunfo, pues los adeptos a las chicas repartirían sus votos entre ambas, y José Luis se llevaría todos los votos de los seguidores del grupo contrario, compuesto por Iván y por él mismo.
Son días para reflexionar y para pensar en todo lo que ha ocurrido en esta edición. Una temporada repleta de buenos momentos y de tensión que sucumbirá el próximo jueves con el nombre del triunfador. Nosotros nos leemos el viernes.