Históricamente, España siempre fue tachado como un país en el que no era recomendable lanzar servicios de pago por visión debido a sus altos índices de piratería. De hecho, según el informe del Observatorio de Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales, durante 2014 se accedió ilegalmente a 4.455 millones de contenidos digitales, con un valor de mercado de 23.265 millones de euros.
A pesar de ello, nuestro país se convirtió en objetivo de las grandes compañías de servicios de vídeo bajo demanda como Netflix, HBO y Amazon. Pero, ¿por qué España? Por una parte, nuestro país es uno de los países donde más pueden crecer estos gigantes del streaming ya que sólo un 10% de los españoles reconoce ser usuario de plataformas de pago.
Y, por otra, teniendo en cuenta estos datos de piratería, España es muy buen campo de pruebas de cara a su desembarco en otros países con mejores datos. No obstante, a pesar de ese desembarco, los accesos ilegales a contenidos en 2016 fueron de 4.128 millones, con un valor de 23.294 millones de euros.
Aún con ello, durante las últimas semanas se ha sabido que AMC lanzará en España su propia plataforma de nombre Selekt y, ya a nivel internacional, la intención de Telefónica de lanzar su propia plataforma en Europa, la de Disney de hacer lo propio en EEUU o de CBS de llevar su servicio de streaming fuera de EEUU.
Todo ello ha hecho que no sean pocos los que empiecen a hablar de una burbuja de los servicios de streaming no sólo en España, sino a nivel internacional. ¿Puede el mercado acoger tantos servicios al mismo tiempo? ¿Están dispuestos los espectadores a pagar tantos servicios para seguir sus series favoritas?
Ahora mismo si alguien quiere ver Westworld, Stranger Things, Twin Peaks y American Gods tiene que contratar hasta cuatro servicios de streaming distintos (HBO, Netflix, Movistar y Amazon). Próximamente, para ver también Fear the Walking Dead, hasta ahora dentro de Movistar, también tendrá que contratar Selekt.
Muchos defienden que, una vez probados estos servicios de calidad, los espectadores preferirán compartir gastos con amigos o darse de alta en estos servicios sólo durante las fechas en las que se emitan sus series favoritas.
Sin embargo, también existen voces que creen que, paradójicamente, la amplia oferta de plataformas de televisión puede hacer que muchos vuelvan a la piratería ya que para algunos puede resultar insostenible abonarse a distintas plataformas.
Esto llevará a que, como ha ocurrido en otros sectores, estas empresas terminen fusionándose o que sus servicios se oferten de forma conjunta.