Movistar ha irrumpido con fuerza en el mercado de la televisión. Y no sólo porque haya anunciado una inversión anual de 70 millones de euros en ficción, sino por la impresionante campaña publicitaria que ha llevado a cabo con Velvet Colección.
De hecho nunca antes una serie española, ni siquiera Las chicas del cable, había tenido una promoción tan exorbitante con anuncios en las principales cadenas de televisión, creando la paradoja de que una serie de Atresmedia se anunciara en Mediaset; en prensa, radio y exteriores.
Cualquier ciudadano de las principales capitales de provincia del país se han encontrado con un anuncio de Velvet Colección en tranvías, estaciones de tren, marquesinas o en las tiendas de Movistar.
Tal ha sido la inversión en publicidad que, según fuentes del sector, incluso se ha dado la paradoja que esta ha superado al presupuesto de la propia ficción, entorno a 6-7 millones de euros, a razón de unos 650.000 euros por capítulo.
Atraer nuevos abonados
Pero, ¿por qué este esfuerzo económico? Velvet Colección no es un producto más dentro del catálogo de Movistar. Tanto esta serie como las próximas que llegarán como La peste, La zona o Vergüenza, están pensadas para atrapar a nuevos abonados y así rentabilizar la importante inversión en fibra que ha hecho Telefónica en los últimos años.
También los derechos deportivos. Y es que, como ya hemos contado en anteriores ocasiones, Movistar ha necesitado subir sus tarifas de forma constante en los últimos años para poder rentabilizar el importante gasto realizado en derechos de Champios League y Liga.
En este sentido, el consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile criticaba a estas empresas porque generaban “distorsión en el mercado de televisión. Unas empresas con una gran deuda de 50.000 millones de euros (refiriéndose a Telefónica sin decirlo) no tienen problemas en gastarse una cifra mucho menor en contenidos, lo que plantea una situación en la que no hay una relación directa entre el coste del producto y la rentabilidad de la televisión”.