Que Gran Hermano ya no es lo que era estaba claro desde hace varias ediciones. Sin embargo, en este Gran Hermano Revolution se ha acentuado el cambio. Y es que la organización quiere que las audiencias suban sin tener en cuenta que por el camino el formato está perdiendo toda su esencia.
El pasado jueves el programa cayó a su peor resultado histórico. Un dato de audiencia muy preocupante que hace temer lo peor sobre el programa presentado por Jorge Javier Vázquez. La reacción de la cadena y la organización ha sido algo confusa: transformar Gran Hermano en GH VIP.
El pasado domingo, la casa se abrió para recibir a tres personajes famosos: Kiko Rivera, Carlos Lozano y Alyson Eckmann. Tres rostros conocidos en el universo Gran Hermano que han convertido el programa en un formato bastante distinto. Y es que ahora son estos tres personajes los que se han llevado toda la atención del público.
Además, Telecinco ha aprovechado que Kiko Rivera está dentro de la casa de Gran Hermano para hablar sobre una posible infidelidad del hijo de Isabel Pantoja. El resultado: Sálvame sólo ha conectado con la casa para enseñar a los espectadores cómo está siendo el comportamiento del DJ en la casa. Los anónimos han perdido fuerza con esta decisión y la esencia de Gran Hermano ha desaparecido.
No es la única decisión que han tomado en la organización para que este Gran Hermano no se hunda más. A través de una promo emitida por Telecinco, el propio Jorge Javier Vázquez ha anunciado que este jueves habrá dos expulsiones y que arranca el juego de las tentaciones. Una nueva fase del programa que parece indicar, como ha ocurrido en otros formatos internacionales, que más factores externos entrarán en la casa para intentar impulsar y refrescar los contenidos.
Los datos que está ofreciendo Gran Hermano hacen muy complicado que el programa renueve de cara a una nueva edición para el año que viene. Por mucha revolución que preparen, el formato ya está quemado y los resultados hablan por sí solos. Igual que ha pasado con otros grandes formatos de la televisión, Telecinco podría darle un largo descanso a este programa de televisión para conseguir que el público quiera volver a consumirlo con más ganas.
Gran Hermano ha sido uno de los mayores formatos de éxito que se recuerdan en la historia de la televisión. Sería malo para el propio formato (y su futuro) que terminase su historia en la pequeña pantalla acompañado de la palabra “fracaso” en los titulares. 18 ediciones a sus espaldas es ya un gran logro que muy pocos programas han logrado. Por eso se merece un adiós por todo lo alto, lejos de arrastrarse por la parrilla de Telecinco como un pobre formato que vive de la limosna.