Al contrario de lo que venía sucediendo durante las semanas previas en el que el invitado de Sábado Deluxe se conocía prácticamente el día antes, esta semana ya el lunes Sálvame anunciaba que la invitada de este sábado será Carmen Martínez-Bordiú.
Un cambio de estrategia que tiene mucho que ver con la categoría del famoso y que probablemente va dirigida a rentabilizar la inversión que se ha hecho en esta entrevista. Y es que a nadie se le escapa que la nieta de Franco tiene un caché muy distinto al de, por ejemplo, Diego Matamoros.
Lecquio llegó a cobrar 7 millones de pesetas por una entrevista en Tómbola
No obstante, lo cierto es que este caché nada tiene que ver con el que tenía hace unos años. Y es que aquellos cheques que se pagaban en el que no entraban los ceros, como por ejemplo los 7 millones de las antiguas visitas que se pagó al Conde Lecquio por ser entrevistado en el colorido Tómbola de Canal Nou, han pasado a mejor vida.
El mundo del corazón ha cambiado drásticamente. Los clásicos han pasado a otra liga y los famosos que antes vivían de conceder una entrevista mensual ya fuese en papel o televisión han tenido que reinventarse o morir. La crisis también afectó duramente al mundo del 'canutazo'.
Todo empezó con Gran Hermano en el año 2000. La primera edición del reality de Telecinco se convirtió en todo un fenómeno a nivel nacional y la prensa se sacó de la chistera a 14 nuevos personajes que interesaban a la gente de a pie. Sus vidas y sus miserias fueron dignas de aparecer en las portadas de las revistas. Y así es como los famosos de primer nivel comenzaron a pasar a una segunda fila.
Las revistas y los programas de corazón se dieron cuenta de que ya no hacía falta pagar millonadas para tener personajes que atrajesen a la audiencia. Pagar por puntos de share ya era cosa del pasado desde que los nuevos famosos llegaron como ordas de zombis a colapsar el panorama.
La llegada de Sálvame Deluxe
Sin embargo, todavía había espacios de la vieja guardia que seguían dando cabida a este tipo de personajes. Tómbola no desapareció hasta 2004 y DEC era el rey del trono del corazón hasta la llegada de Sálvame en 2009. Estos espacios seguían tirando de personajes más cercanos a las portadas de la revista ¡Hola!, sin apenas competencia.
La verdadera guerra entre Sálvame y DEC se vivía en los cachés que se pagaban
La llegada de Sálvame a la noche de los viernes creó una guerra sin precedentes en el mundo del cotilleo. Ambos espacios lucharon durante meses por ser los más competitivos de la noche. El programa de Antena 3 pasó de tener un 20% de cuota de pantalla a un 14% con la llegada de Jorge Javier Vázquez y su clan de colaboradores.
Pero la verdadera competencia se vivía detrás del telón, entre los talones que se llegaron a pagar a algunos personajes para que se decantasen por alguno de los dos espacios. El programa presentado por Jaime Cantizano llegó a pagar cifras que se movían de los 70.000 euros a los 120.000 euros por personajes como Romina, Al Bano, la ex empleada de Carmina Ordoñez, Lara Rodríguez, o el entorno de Isabel Pantoja .
Pero estos famosos también jugaron al 'quién te quiere más' con Telecinco y engrosaron sus cuentas con presupuestos que se movían entre los 70.000 y los 90.000 euros. Aquello no era una guerra entre programas, sino una batalla entre cadenas. Y los famosos fueron los que salieron ganando.
El fin de DEC
DEC aguantó esta guerra hasta septiembre de 2011, cuando las audiencias ya rozaban el término irrisorio y Antena 3 decidió cambiar su modelo de televisión para diferenciarse de una competencia a la que no le comía tarta del pastel. Y Sálvame se quedó con el monopolio de un mundo que jamás volvería a ser como antes.
Sin competencia, Sálvame comenzó a marcar los precios del mercado y los famosos tuvieron que rendirse a sus pies. También los de antes. Con personajes salidos de Gran Hermano y realities por doquier deseosos de fama y de dinero rápido, los clásicos del mundo del corazón ya no tenían nada que hacer en este mundo.
Si querían luz de foco tendrían que aceptar los nuevos precios. Ahora, cobrar una cifra cercana a los 15.000 euros se hace de forma muy excepcional. Alguien como Ylenia mueve su caché desde los 12.000 hasta los 18.000 euros en sus mejores momentos.