Ya pasó hace años algo parecido: la llagada de nuevas cadenas de televisión como Cuatro y laSexta y el nacimiento de la TDT hizo que el consumo cambiara. Las grandes cadenas de televisión españolas se tuvieron que adaptar a nuevos datos. Ahora la televisión está viviendo una segunda oleada y desde el pasado mes de septiembre ha habido un nuevo golpe fracturador que ha hecho que las cadenas reciban con mejores ojos unos datos más bajos. 

Como ejemplo: Popstars. Telecinco intentó replicar el éxito de Operación triunfo en su cadena con un programa que buscaba un grupo musical de mujeres. El programa mantuvo una audiencia superior al 20% de cuota de pantalla. Jamás tuvo una segunda edición pues no fue suficiente para la cadena. Ahora mismo sería todo un éxito para Telecinco, pero por aquel entonces era un suficiente raspado. 

En estos momentos el suficiente raspado se encuentra en un 14% de cuota de pantalla, unos datos muchos más bajos que hace una década. Esto deja claro que el reparto de audienicas ha ido avanzando y las generalistas son las que han ido perdido terreno. Y las series de televisión son las que más perjudicadas han salido en este camino.

Esta temporada se han estrenado nuevos capítulos de La que se avecina, La casa de papel y El ministerio del tiempo y han vista la luz nuevos proyectos como Estoy vivo, El accidente, Traición, Tiempos de guerra El incidente. Aunque algunas han destacado por encima de las otras, es notable la bajada de espectadores que ha habido en consumo de series de televisión en general en el visionado lineal. 

Telecinco, la que mejor ha aguantado el bajón

Telecinco es la cadena que mejor parada ha salido esta temporada: La que se avecina mantiene 2,9 millones de espectadores de media El accidente ha arrancado con una media de 2,8 millones. A pesar de que son muy buenos datos para los tiempos que corren, ninguna serie ha superado la media de los 3 millones de espectadores -La que se avecina tuvo el pasado año una media de 3,6 millones en su novena temporada-.

Antena 3 piensa más fuera que dentro

Antena 3 se ha hecho una marca intachable en cuanto a ficción. Este buen hacer ha hecho que el público se asome a sus nuevos proyectos para ver qué había preparado en esta ocasión. Tiempos de guerra tenía todos los ingredientes para ser la heredera de Velvet en la cadena, pero se tiene que conformar con unos correctos 2,3 millones de espectadores de media que dejan a la serie en duda de cara la renovación. Y es que Tiempos de guerra está en esa línea que marca lo que debe y no debe ser renovado en estos momentos. 

La ficción protagonizada por Alicia Borrachero y Amaia Salamanca mantiene un 15,5% de cuota de pantalla media en su primera temporada, cuando falta un solo episodio para su despedida. El futuro que tenga esta serie marcará lo que se empiece a hacer en Antena 3 a partir de ahora con sus series de televisión y el nivel de exigencia que se les ponga para continuar en antena. Sin embargo, deja claro que el consumo ha cambiado -Buscando el norte se canceló con un 15,3% de cuota media-.

Respecto a Atresmedia hay que tener en cuenta que el grupo de comunicación lleva ya mucho tiempo pensando a nivel internacional y en el funcionamiento que pueden tener sus series fuera de España. De ahí que su programación cuente con proyectos más arriesgados que algunas veces no han terminado de funcionar en su propio prime time. De cara a una renovación ya habrá que tener en cuenta también las ventas internacionales de sus series.

El carácter público de TVE

Como todo depende de la media de una cadena de televisión, La 1 puede aceptar algunos puntos de audiencia menos para renovar sus series de televisión. Teniendo en cuenta además que cuenta con ese carácter de televisión pública, la buena crítica afecta de forma directa a las decisiones que se toman en torno a un proyecto. Es el caso de El ministerio del tiempo, que renovó con un 12,3% y un 11,9% de media en su primera y segunda temporada.

Respecto a sus nuevos proyectos, Estoy vivo tiene una renovación bastante asegurada después de ser la nueva serie de televisión de TVE que mejor ha funcionado en estos últimos años, con un 14,1% de cuota y una media de 2,1 millones de espectadores. El caso de Traición es más particular y habrá que tener muy en cuenta el tipo de ficción que quiere hacer TVE a partir de ahora. La calidad del proyecto cuenta como mayor punto a favor para una televisión pública que tiene que cuidar mucho la crítica que recibe. Su audiencia, un 13% de media en sus tres primeros episodios, tendría que pasar a un segundo plano en la toma de decisiones. 

Teniendo en cuenta los datos de las series de televisión, una nueva barrera se ha formado de manera inconsciente en los despachos de las cadenas de televisión. Siempre que una ficción no alcance la media mensual de la cadena, lo que significaría un lastre en su prime time, el proyecto debe estudiarse de forma individual para decidir su futuro: ver la evolución del producto, seleccionar las nuevas tramas y las posibilidades de producción e incluso el coste.