De una televisión que no tiene la profesionalidad y seriedad suficiente para llamar a una cantante a la que había pedido una propuesta para Eurovisión para que esta no se entere por televisión de que no es finalmente la elegida, poco se puede esperar.

Pero, aún así, todavía quedaban esperanzas anoche de que al menos, con el que ha sido su representante durante el último año, Manel Navarro, tuvieran un gesto en el día en el que se despedía de su agridulce año.

Sin embargo, desde la cadena pública se entendió que era preferible que en una gala de Eurovisión cantara JBalvin antes que el intérprete de Do it for your lover. Ya saben, la cuota de Universal, que para eso es la que edita los discos.

Nadie duda, obviamente, del éxito del cantante colombiano. Pero Manel no merecía un feo así por parte de TVE. ¿Tanto problema era que, como suele ser habitual en el Festival, el ganador del año anterior presentara su nuevo single aunque al menos fuera una versión corta?

Lo merecía. Sobre todo porque el joven ya pagó suficientemente los platos por su polémica elección del año pasado, empezando por tener que enfrentarse a la prensa solo tras su elección, mientras los responsables de TVE se escondían; y terminando por la poca o nula promoción que le han dado estos meses a su nueva canción.

Al final, una vez más, tuvo que ser la televisión de pago con Late Motiv y Andreu Buenafuente al frente los que resarcieran al joven el año pasado ofreciéndole la oportunidad de mostrar que su música iba más allá de Do it for your lover.

Y eso que esta edición de Operación Triunfo era la de los valores.