“Son 13 meses fuera de la tele y estoy nerviosa”. Así reaparecía en la pequeña pantalla Raquel Bollo, quien durante muchos años estuvo ligada al programa de televisión Sálvame. Y vuelve para quedarse, pues a partir de ahora será colaboradora de Viva la vida, espacio en el que concedió una entrevista este sábado por la tarde.
“He sentido muchos recuerdos y mucha emoción. Son muchos años”, afirmaba la colaboradora, aunque la memoria le fallaba. Y es que, a lo sumo, ha estado 10 meses fuera, pues en marzo de 2017 regresó a Sálvame, aunque como invitada.
Raquel contó que se fue de Sálvame porque “necesitaba parar. Me cansé de tener que estar siempre demostrando. En mi cabeza lo tenía claro, pero no veía momento para irme”.
Pese a todo, admite que ha mantenido contacto con compañeros como Kiko Hernández (“me ha ayudado mucho con mis juicios”), Belén Esteban (“le tengo un cariño inmenso”) o Gema López (“una tía excelente”). Incluso tuvo buenas palabras para Mila Ximénez, con quien discutió fuertemente en más de una ocasión. “Mila es una persona con la que nos hemos atacado mucho, pero ella fuera de plató en muchas ocasiones me ha valorado mucho, mi trabajo…”, contó Bollo a Toñi Moreno.
Desde entonces se ha centrado en su familia y también en su negocio. “La tienda tiene sus rachas buenas y malas”, aclaró al respecto.
Un mánager “con la mano muy larga”
La nueva colaboradora del espacio explicó que cuando dejó el programa “no tenía mis espaldas cubiertas económicamente”, pues estaba haciendo frente a una deuda con hacienda de 60.000 euros. “Con ‘Gran Hermano VIP’ es verdad que pude bajar la deuda que tenía con Hacienda”, reconoció. “Puse mis temas en manos de un profesional que no lo hizo bien” explicó Raquel, quien también se encontró con el problema de tener “un representante con una mano muy larga”.