Era las 1:30 horas de la madrugada cuando Roberto Leal todavía estaba hablando con las finalistas de Operación triunfo tranquilamente en el sofá. Esta era la gala en la que menos concursantes tenían que cantar y, sin embargo, ha sido la que más tiempo ha durado. Hasta las 2:00 de la madrugada la audiencia no supo el nombre del ganador.
Como normalmente ocurre, la última gala del programa arrancó a las 22:37 horas, algunos minutos más tarde de anunciado al parrilla. Pero, a pesar de que todo arrancó como lo esperado, la gala se fue alargando hasta horas intempestivas.
Normalmente, una gala de OT terminaba a las 1:30 horas. Ya era tarde para un programa que se emite en una televisión pública. Sin embargo, en su último lunes han decidido que el público vaya con ojeras este martes al trabajo o al instituto.
TVE, como televisión pública que durante algún tiempo sacó pecho de haber adelantado el prime time y priorizó aquellos programas que terminaban antes de las 00:00 horas, en esta ocasión ha jugado con los espectadores con el único objetivo que su cuota de pantalla suba como la espuma.
Es cierto que el programa sufrió terribles problemas técnicos en el tramo final del concurso. Un problema con la mesa de mezclas obligaba a cancelar la actuación de David Bisbal y a mantener alguna que otra conversación extra con los concursantes. Sin embargo, de no haberse producido este problema, la gala se hubiese alargado lo mismo ya que el de Almería hubiese actuado.
No es la primera vez que TVE alarga sus programas de más éxito en sus grandes finales con el único fin de tener un mejor titular de audiencia al día siguiente, sin tener en cuenta que ellos no cobran más o menos publicidad por tener un dato mayor o menor. De momento, no se les ha ocurrido la idea de retirar su access (a Cárdenas) para grandes finales como esta.