En diciembre de 2016, Sálvame se sacaba de la manga un pequeño reality llamado Sálvame Snow Week, una especie de Gran Hermano VIP en el que varios famosos competían para ganar una silla en el programa.
Uno de esos aspirantes era Jordi Martín, paparazzi entonces de actualidad por su antigua amistad con Luis Rollán, y que fue expulsado disciplinariamente por parte del programa por su mal comportamiento. Y es que en los cinco días que estuvo de convivencia protagonizó numerosas peleas, faltas de respeto y mantuvo una actitud amenazante con otros compañeros.
Sin embargo, anoche en Sábado Deluxe, Martín confesó lo que de verdad sucedió entonces: vivía una fuerte adicción a la cocaína, y llegó a esconder estupefacientes durante su paso por el concurso. "Se me fue la cabeza. Escondí la droga y la Cúpula me pidió que la sacara. Les dije que no la tenía, les mentí. La imagen que estaba dando era lamentable y catastrófica. Finalmente, Valdeperas me comunicó que me tenía que expulsar", narró Jordi Martín, quien lamenta no haber aprovechado aquella ocasión.
Además, el actualmente colaborador de Cazamariposas explicó que no consume desde el 31 de diciembre de 2016. “Estoy bien de salud, estoy totalmente recuperado de las adicciones”, explicó a Jorge Javier Vázquez, antes de indicarle que comenzó a consumir cuando tenía 20 años “y fue de manera ascendente” hasta llegar a consumir tres o cuatro gramos diarios de cocaína.
“Soy una persona frágil, aunque la gente tenga una imagen de mí de que soy un tipo duro y arrogante” apuntó Jordi Martín, que se definió a sí mismo como “un niño grande, llorón, sensiblón”.