En TV3 saben que su radicalismo y su posición política mejora las audiencias. Se dieron cuenta de que, cuando bajaron el tono en estas últimas semanas, los datos caían y corría peligro su estabilidad. Por eso han decidido atrincherarse y hacer más fuerte su mensaje secesionista en toda su parrilla. El resultado: una televisión pública que sólo se alinea con una parte de la población y que hace caso omiso a las advertencias del Consejo Audiovisual.
En estas últimas semanas, todo programa de entretenimiento y de información está rendido ante el procés. De hecho, los mensajes de texto publicados por El programa de Ana Rosa y que parecían poner punto y final al movimiento han servido para calentar a las filas más radicales y alinearse con el independentismo.
El programa Preguntes Freqüentes que se emite los sábados en TV3 es cabeza de cartel. Es un debate político, todo un éxito de audiencias, que no habla de otra cosa que no sea el independentismo. Desde ahí, las voces secesionistas hacen llegar su mensaje a los espectadores en pleno prime time.
Este mismo sábado, el cómico Quico Sallés aparecía en el programa con una nariz roja para criticar la imputación de un payaso que se puso esta nariz delante de un Guardia Civil. "Te veo diferente", decía la presentadora Laura Rosel. "Estoy odioso. Odiosamente español", contestaba él, ganándose el aplauso del público en ese mismo instante. El cómico ha salido de La Vanguardia y eso le ha servido como excusa para entregarse a la causa.
Rosel se convertía en la presentadora de este espacio a principios de enero, cuando Ricard Ustrell abandonaba el programa. A la presentadora le ha dado por llevar camisetas que hacen un claro guiño a los contenidos del programa, no dudando a la hora de llevar camisetas con la cara de Puigdemont. Mientras tanto, entrevista a aquellas personas del público que llevan un lazo amarillo en su camiseta para conocer su opinión.
Pilar Rahola perdía los nervios la semana pasada justo en este programa. La colaboradora se enfrentaba al diputado del PP Sergio Santamaría y le dedicaba unas bonitas palabras en directo: "españolista", "patético" o "rancio". Hasta Rosel se tuvo que levantar para frenar a la polemista. Como premio, Rahola tiene a partir de esta semana pasada una sección propia en el programa que se emite de lunes a jueves por la tarde en TV3, en Tot es mou. Aunque TV3 ha defendido en todo momento que esta nueva sección trataría todo un gran abanico de temas, lo cierto es que en su primera semana sólo se ha hablado del procés.
El humor también se ha radicalizado y Polònia ya es su arma más irónica. La última víctima de TV3 ha sido Ana Rosa Quintana. A la presentadora de Telecinco se le ocurrió lanzar un dardo a la causa secesionista y se ha ganado numerosos enemigos por el camino. Y es que el programa de humor ha decidido reírse de la periodista y no del autor de los mensajes filtrados por Telecinco.
Sólo a Ferrán Monegal se le ocurrió defender a la periodista de Telecinco y atacar a la autonómica catalana. Como consecuencia, Monegal ha vuelto a salir del baúl de los recuerdos de Polònia, matándole al final del sketch.
Mientras tanto, TV3 sigue contando y premiando a aquellos colaboradores que dejan muy clara su posición política. Està passat es otro de los programas estrella de la cadena y cuenta con Òscar Andreu como colaborador. Él, que no duda a la hora de indicar en su cuenta de Twitter que vive en la "República Catalana", se dedicaba a finales del pasado año, tras el referéndum del 1 de octubre, a hablar de aquellos países que se han independizado.