En una serie de televisión los protagonistas no pueden vivir una vida tranquila, porque si no, a la audiencia no les interesaría nada el argumento . Tienen que pasar cosas que se salgan de lo habitual: alegrías desmesuradas, tragedias horrorosas, visitas inesperadas…
Y qué decir cuando se celebra una boda. Pocas veces se han dado el sí quiero de manera normal la pareja, con todos los invitados presentes, unos novios que llegan puntuales a la ceremonia y en la que son felices y comen perdices.
Por ello, hoy vamos recordar ocho tragedias que pueden pasar en una boda de una serie de televisión.
Que un contrayente muera tiroteado
Podríamos decir que es un suceso que pasa bastante, al menos en la ficción española. Esta semana en Servir y proteger se decía adiós al personaje de Rober (Juanjo Ballesta), que moría en plena ceremonia antes de decir “sí quiero”. Un capítulo 200 inolvidable para los seguidores, y también para el propio Ballesta, que ya ha aclarado que si se va de la serie es por decisión de los guionistas.
A Alicia (Andrea del Río) bien podría darle el pésame Pepa (Laura Sánchez) de Los hombres de Paco. Y es que el día que la boda de esta con Silvia (Marían Aguilera) también acabó con metralla de por medio en pleno convite y con su esposa muerta poco después. Al menos ellas sí llegaron a darse el sí quiero.
Claro que todo podría ser peor. En Revenge, Daniel (Josh Bowman) disparó a su esposa, con la que acababa de casarse(Emily VanCamp), por una pequeñez como descubrir la verdadera identidad de ella.
Que se queme el lugar donde vas a celebrar la boda
En Friends nunca hemos asistido a una boda que se desarrolle con normalidad. ¡Qué mala suerte tienen los chicos! ¿Les echarán mal de ojo cuando toman café en el Central Perk? Cuando no cae una nevada imposible, el novio se agobia y huye a su oficina, o resulta que el que oficia la ceremonia va vestido de soldado porque no ha podido cambiarse. O que los novios vayan borrachos y al día siguiente ni recuerdan haberse dado el sí quiero.
El que se lleva la palma en bodas frustrantes es Ross ( David Schwimmer) debido a que es el que más veces se ha casado. Y también porque la suya con Emily (Helen Baxendale) fue un auténtico desastre: primero se incendia el lugar donde van a desposarse, y tras intentar hacer de las cenizas un lugar acogedor, él va y dice el nombre de su exnovia Rachel (Jennifer Aninston) al pronunciar los votos.
La boda de Cam y Mitchell en 'Modern Family'
O que desalojen la boda por un incendio
Esto les sucedió a Cam (Eric Stonestreet) y Mitchel (Jesse Tyler Ferguson) en Modern Family, cuando por fin organizan su boda de ensueño. Y es que en plena ceremonia un grupo de bomberos hizo que desalojaran el recinto por la posibilidad de que un fuego cercano se extendiese. Al final, se casaron en la vivienda de ambos.
Que el novio se quede atrapado por la nieve
La nieve no solo fastidia bodas en Friends. En España, la friolera de 10.833.000 personas siguieron la boda de Nacho (Emilio Aragón) y Alicia (Lydia Bosch) en Médico de Familia. Como decidieron casarse en el pueblo y en pleno invierno, mientras cae una gran nevada, él tuvo problemas para llegar a la ceremonia y de hecho lo hizo tarde. Por suerte, ella lo comprendió e hizo como si no pasase nada. Ojo, que se grabó un final alternativo en el que ella le pegaba un bofetón y no se casaban.
Fotograma del primer episodio de 'Dinastía'
Que acusen a la novia de matar a alguien
¿Cómo te sentirías si acabas de darte el sí quiero con una mujer muy bella y más joven que tú, y poco después de la ceremonia viene otra mujer, con claros trastornos mentales, a acusarla de haber acabado con la vida de su marido, con el cual tu pareja tuvo un affaire?
Eso habría que preguntárselo a Blake Carrington (Grant Show), el protagonista de la nueva Dinastía que se puede ver en Netflix. En el primer capítulo de este remake de esta serie clásica ya nos encontramos una boda además de muertes, robos, chantajes, mucha avaricia y más mala leche aún.
Compuesta y sin novio
Un clásico del cine y de la televisión es que alguno de los contrayentes se quede esperando al otro en el altar, que el tiempo pase y se llegue a la conclusión de que allí finalmente no va a haber ninguna boda. Este fue el punto de partida de Compuesta y sin novio, la serie que Lina Morgan protagonizó en Antena 3 en los años 90, y también hemos visto plantones así, por ejemplo, en Al salir de clase.
Sin duda, el momento más recordado en este sentido fue cuando Íñigo (Mariano Alameda) no apareció en su boda con María (Carmen Morales). Y es que tenía una razón de peso: ella le había engañado diciendo que estaba embarazada, algo que él descubrió cuando ya estaba vestido para acudir a la iglesia.
Este problema de los plantones no es exclusivo de los humanos; en Buffy Cazavampiros vimos a una demonio a la que su novio dejaba colgada en el altar. Su excusa: miedo a convertirse en un mal marido como lo era su padre.
Que la pareja se de cuenta que solo se quieren como amigos
¿Habrá boda o no habrá boda? Eso se preguntaban los personajes de Farmacia de Guardia en el último capítulo de la serie, emitido en la Navidad de 1995, pues la expareja protagonisa, Lourdes (Concha Cuetos) y Adolfo (Carlos Larrañaga) iban a volver a contraer matrimonio.
Al final, la porra se la llevaron los que apostaban que no habría boda, pues resultó que ambos se llevaban tan bien como exmarido y exmujer que ¿para qué estropearlo todo? Aquel día la farmacia Cano colgó el cartel de “cerrado por amistad”
La boda de Lisa en 'Los Simpson'
Que la boda ocurra en Springfield
En el pueblo de la familia Simpson una boda no se puede celebrar de manera normal y corriente. Tiene que haber plantones (la boda de Skinner y Krabappel, o la del señor Burns con la madre de Marge, la de Otto y Becky), novios que no quieren darse el sí quiero porque no se conocen (Apu y Manjula), o incluso en la que uno de los contrayentes resulte ser del sexo contrario (Patty y Verónica, su profesora de golf, que resultó ser un hombre que se travistió para ganar un torneo). De las varias bodas de Marge y Homer (o de Homer con su esposa de Las Vegas), o de la de Lisa en el futuro ya mejor ni hablamos.