Siempre ha habido rumores sobre Operación Triunfo que hablaban de que algunos de sus concursantes ya estaban seleccionados antes de pasar los castings. Unos rumores que volvían a cobrar vida este viernes después de que Pablo López contara algo que no debía haber contado.
"Yo me presento a Operación Triunfo porque estaba en un hotel y un día que mi madre era la única espectadora, entró un cliente especial. No sé si esto lo puedo contar", dijo el malagueño. "¿Por qué?", le preguntaba extrañado Bertín Osborne. "Bueno sí, lo voy a contar", añadía el cantante.
"Ésa persona era Ángel Llàcer, que era director de la Academia", explicaba López reconociendo que conoció al por entonces profesor antes de presentarse a los castings. "Me pidió que siguiera tocando, que acababan de terminar una función de teatro. Y le dije que no, que había terminado mi turno. Mi madre me dijo que era un borde y al final me quedé un rato y toqué”.
“Por tocar perdí el Cercanías y tuvo que coger un taxi con lo que había ganado esa noche. Y mi madre me dijo que me presentara a un programa de estos. Hice una apuesta porque yo le decía que me presentaba y no me cogían. Y mira, me cogieron”, explicó.
Respecto a la experiencia en el talent, López confesó que fue durísimo. “Tuve la suerte de convencerme de que eso no me pertenecía a mí. Me di cuenta de que la gente iba a ver el programa, no a mí. La televisión es la televisión y la música es la música”.
También habló de sus polémicas con el “peazo de mamón” de Risto Mejide. “Había un fondo, pero le perdían las formas. Hizo una cosa que retumbó en mi cerebro y que hizo que yo solo salga con el piano, que solo cantara mis canciones y que no me fijara en nadie, sino solo en mí mismo”.