Os escribe un ‘no’ espectador de aquel primer Fama. Para bien o para mal me he enfrentado a este renovado Fama como un virgen en esto de los programas de baile. Ha sido dar el pistoletazo de salida y meterse en el barro. Fama se mete al lío sin pensárselo dos veces.
No ha habido mucho tiempo para respirar y para presentaciones. Los concursantes y los profesores han sido los encargados de enseñar la escuela a través del baile, haciendo una especie de flashmob que recorría las distintas estancias. Una vez se ha presentado la caja, tocaba conocer el interior.
Deja atrás las historias de superación y los dramas que tanto se han explotado en los talent shows
Fama ha aprendido y ha dado una lección: deja atrás las historias de superación y los dramas que tanto se han explotado en los talent shows para sólo mostrar baile. Fama es pura competencia profesional, olvidándose las tragedias para que los concursantes conecten más con los espectadores.
Sin duda, lo mejor de Fama es su escuela, que a la vez sirve de plató. Han sabido expresar a la perfección todo eso que prometieron: una academia por encima de todo. El rollo callejero que le han inoculado al programa le otorga una mayor profesionalidad al concurso.
En Fama se ven cosas que serían un error en cualquier otro programa de televisión: técnicos, fotógrafos o cámaras han correteado por la parte trasera del escenario, lo que le concede al espectáculo mucho más realismo. Y es que en ocasiones Fama parece ficción, una serie sobre baile, una película sobre competitividad sobre las tablas.
Fama ha fallado a la hora de presentar su mecánica. Y es que han dado demasiado por hecho que todo el mundo conoce cómo fueron aquellas primeras ediciones. Ha ido todo tan rápido que poca gente sabe ahora cómo se distribuirán las galas durante el resto de la semana. Y es que Fama debería haber respirado cinco minutos para decir ‘hola’ y no pensar tanto en el ‘hemos vuelto’.
La duración y el horario es un gran acierto para #0. Se trata de un programa de una hora y media de duración que puede servir de access para el resto de la televisión. Una programación mucho más americanizada y un intento de revolucionar los horarios por parte de Movistar+ como ya hicieran con Late Motiv.
Que Fama funcione no sólo es importante para #0 y Movistar+, sino para toda la televisión de pago. Que este programa tenga repercusión significara que la televisión de pago podrá empezar a apostar mucho más por producción propia y grandes formatos, lo que (nos) concedería un mayor espectro en el que elegir. Una televisión mucho más variada.
El simple hecho de que estemos escribiendo estas líneas ya es importante para un programa como Fama. Y es que es el significado de la evolución que está teniendo la televisión de pago en nuestro país con formatos que podrían tener cabida perfectamente en la televisión en abierto. Eso sí, su tono es completamente diferente al de estos últimos.