La televisión siempre ha sido la hermana pequeña del periodismo. Al ser un medio que siempre se ha rodeado de entretenimiento, son muchos los que ven a la pequeña pantalla como un lugar frívolo en el que hablar de según qué tipo de cosas. La hermana acomplejada a la que siempre han señalado cuando trata con imágenes algunos asuntos. 

No damos marcha atrás y seguimos pensando que la cobertura que ha tenido la televisión en torno al Caso Gabriel ha sido exagerada y se ha desbordado por todas partes. Fue este martes cuando publicamos la gran cantidad de horas que todas las televisiones le han dedicado al asunto. Y es en ese “todas” donde radica la necesidad de hacer esta segunda parte, admitiendo que si algunas lo han hecho mal, todas lo han hecho mal. 

Durante los primeros días de la cobertura se han podido leer muchos comentarios en redes sociales en los que se criticaba duramente a los matinales de las privadas por hablar del caso durante tantas horas. Los magacines de las mañanas se han centrado en el asesinato del joven en su totalidad, dejando sin espacio al resto de noticias. Y las redes sociales se han inundado de críticas hacia Ana Rosa Quintana y Susanna Griso. 

Ellas, que son de las periodistas más influyentes de este país, tratadas como si su periodismo fuera simple morbo

Sin embargo, casi nulas han sido las críticas hacia Antonio García Ferreras, Javier Ruiz o Manuel Marlasca. Sólo seis días después de que se haya celebrado aquel histórico 8 de marzo, parece que la desfachatez de criticar más a las mujeres que hacen crónica de sucesos que a los hombres sigue siendo un hecho que se repite de forma constante. Ellas, que son de las periodistas más influyentes de este país, tratadas como si su periodismo fuera simple morbo. Y eso que fue Marlasca el único en hacer un especial de prime time. 

Todos, desde el primero hasta el último, han cometido el error de dejarse llevar por los datos de audiencia en un caso tan morboso de los espectadores. Los resultados alcanzados el pasado domingo, cuando se encontraba el cadáver del pequeño Gabriel, hicieron que los ojos de algunos brillasen. Y no se les ocurrió otra cosa que seguir alimentando el morbo para seguir recogiendo los frutos caídos de la audiencia. Pero esto lo hicieron todos. 

Pero ya no sólo es una diferenciación entre géneros, sino entre cadenas. Telecinco es la que se ha llevado más tortazos en las últimas horas. Tal vez con razón, por haber permitido que un programa como Sálvame le dedique casi tres programas completos a la muerte de Gabriel. Que el programa de Telecinco haya cambiado por completo su ADN para sumarse a la cobertura del caso es un hecho completamente reprochable y que pocos aceptan. De hecho, no tiene defensa alguna. 

Pero eso no debería manchar al resto de programas de la cadena. Ana Rosa Quintana no ha hecho un peor especial que Antonio García Ferreras. De hecho, Espejo público y El programa de Ana Rosa hablan de sucesos de forma diaria. Al rojo vivo, no. Tal vez todos se metieron donde nadie les llamaba en algunos momentos, pero todos lo hicieron. De hecho, laSexta fue la única cadena que emitió un especial de prime time con Manuel Marlasca. Fue la única cadena que emitió cómo entraga el coche fúnebre en el cementerio. Y no por hacer un programa con menos luz significa que se esté haciendo un mejor periodismo, un periodismo menos morboso. 

Las críticas deberían ir dirigidas a todos o a nadie. A nadie o a todos. Aquí no hay medias tintas. Y, sin embargo, a la hora de criticar las coberturas sí que ha habido un doble rasero. Y es que parece mucho más fácil criticar "las señoras" de Antena 3 y Telecinco que al resto de periodistas. Y eso por no hablar de la palabra “teles”, siempre un medio que ha estado en el punto de mira, una carga que tienen que llevar encima por aquello de ser el medio con más espectadores y más influyente.