Este viernes Luis del Olmo fue el protagonista de Mi casa es la tuya, el programa de entrevistas de Bertín Osborne. Y como invitados acudieron Carlos Herrera, su hija Rocío Crusset y el periodista Kike del Olmo.
En un determinado momento, todos los participantes comenzaron a hablar de la monarquía española y de la independencia de Cataluña. “Yo soy más republicano, soy absolutamente republicano. Quiero decir, que si nuestro país partiera de cero, yo no organizaría una monarquía, organizaría una república. Pero nuestro país viene de muchos años atrás, y la necesidad histórica ha condicionado que en un momento determinado necesitásemos una figura de estabilidad que no te la iba a dar un presidente de la república, partidista”, explicaba Carlos Herrera entre fogones.
El periodista y actualmente colaborador de El programa de Ana Rosa, aclaró que bajo su punto de vista y pese a ser republicano prefiere “seguir como estoy ahora mismo, porque tengo en la Jefatura del Estado un individuo con cierta pericia, cierta formación, cierta elegancia y cierta presencia internacional, y la sabiduría del padre que ayuda mucho a establecer conexiones y tranquilidad en un país particularmente convulso como es este”.
Sobre esa convulsión pronto surgió el nombre de Cataluña, y Kike del Olmo apuntó que con el último mensaje de rey “si tu hablas con la gente en Cataluña tampoco es que haya aportado”. “Si hablas con la otra parte de Catalunya, que es la que tiene a su favor al derecho legal, el Rey se ciñe al derecho de la ley”, le replicaba Carlos Herrera, mientras que Kike seguía posicionándose en que aquel mensaje fue “más de confrontación que de vamos a calmar las aguas”.
Entonces Rocío Crusset tomó la palabra. “Así como ellos no entienden unas cosas, nosotros no entendemos otras también. Yo estoy en contra, verás, no quiero la independencia de Cataluña por supuestísimo, pero hay que equilibrar un poquito todo”, pedía la joven modelo. “Yo no soy político, no sé cómo se hace, solo hablo de la hora de conversar con una persona”, aclaraba Rocío.
Osborne le espetaba que “la única manera de hacer eso es saltarse la ley”, y Kike del Olmo daba la razón a Rocío al añadir que ”no sé cómo lo haces, pero la palabra política que es sentarse, y llegar acuerdos y hablar”; sin embargo, Bertín seguía defendiendo que “no se puede llegar a acuerdos sobre algo ilegal”.
“Pero es muy complicado dialogar con alguien...” volvía a decir Rocío Crusset, quien era interrumpida por su padre, Carlos Herrera, quien comenzó a apartar comida para que todos tuviesen la boca llena y así se hablase menos. “Kike, prueba esto. No habéis probado los fideos. Me he matado en la cocina para nada”, decía Carlos Herrera, cucharón en mano, dando por zanjado el debate sobre Cataluña.