Hay que mirar ciertas cosas por el lado positivo del asunto: que una tormenta tropical haya azotado Honduras en estos últimos días no es del todo malo para Supervivientes. Aunque los concursantes no lo estén pasando muy bien en la playa en estos mismos momentos, lo cierto es que el formato ha alcanzado otro nivel de realismo.
Durante las últimas entregas de Supervivientes, Telecinco ha emitido las mejores imágenes que se han visto de un reality show en nuestro país. Los supervivientes han tenido que ser desalojados de la isla, lo que le ha concedido al programa otro estatus, dando la razón de ser al título del programa.
Desde que se estrenara esta edición del reality, el programa se había convertido en un programa de relaciones más parecido a GH VIP que a un formato de supervivencia. Y fue así como Sofía Suescun se había convertido en la protagonista de la edición sin apenas esfuerzo. Pero, con la subida de la marea, una ola se ha llevado todo este ir y venir de relaciones para empezar a hablar de la verdadera supervivencia.
Supervivientes ha subido de categoría gracias a las escenas que han recogido las cámaras en las últimas horas. Se ha visto a personajes sufriendo las inclemencias del tiempo, al equipo de la productora protegiendo a los concursantes y auténticas caras de miedo. Tal vez, lo que siempre se habría esperado de un programa que se llama Supervivientes.
Cambio en la ruta de grabación
Pero, como todo, tiene su parte mala. Y es que este cambio en el tiempo ha hecho que la grabación de Supervivientes tenga que buscar un plan B. Por ejemplo, las pruebas de recompensa y de inmunidad no son las que tenían preparadas en un principio. Menos espectaculares, dado que en las playas ha subido tanto el nivel del agua que era imposible jugar.
La poca calma que existe en estos momentos en la playa hace que los concursantes no discutan tanto como antes, un tipo de contenido que gustan mucho a los espectadores de Telecinco. Sin peleas, en el formato tienen que tirar de otro tipo de contenidos. Prueba de ello fue el debate que se emitió el pasado martes en Telecinco en prime time, en el que ya se notaba que había menos contenidos de este corte.
Como consecuencia, este jueves los concursantes abandonarán Playa Uva, en la que han estado residiendo hasta ahora, y se mudan a dos nuevas localizaciones. El equipo del programa intenta así que la convivencia vuelva a ser la de antes y que los espectadores noten lo menos posible las inclemencias del tiempo.
Y, sin embargo, las audiencias siguen funcionando a pleno rendimiento. Y es que parece que a los espectadores les ha gustado eso de que los concursantes lo pasen un poco mal. El pasado martes, Tierra de nadie marcó un nuevo máximo de audiencia con un 25,3% de cuota de pantalla. El domingo, Conexión Honduras volvía a liderar con un 19,9% de cuota.