Nunca un desnudo estuvo tan justificado como el que aparece en el primer capítulo de la segunda temporada de Westworld y en el que el director narrativo del parque, Lee Sizemore (Simon Quarterman), es obligado a desnudarse por la anfitriona Maeve Millay (Thandie Newton).
Dolores y Maeve ya no son muñecas. Ahora son ellas las que quieren cumplir sus fantasías.
“En cueros. ¡Ahora!”, le ordena Maeve ante la poca predisposición del director narrativo. “No. Del todo”, le sigue exigiendo, mientras que su amante Héctor Escaton (Rodrigo Santoro) le amenaza con un arma, lo que le lleva finalmente a mostrarse tal y como vino al mundo.
Un desnudo, una orden, que son toda una declaración de intenciones de cara a esta segunda temporada, que vienen a demostrarnos que la ficción ha entrado en una nueva época en el que las máquinas se han rebelado contra los humanos.
En la primera temporada, la ficción tuvo muchas críticas por la cantidad de desnudos que aparecían, en su mayoría de mujeres. Sin embargo, sus responsables siempre los justificaron porque querían hacer ver que los robots estaban objetivados, tratados como si fueran objetos que utilizar.
Ahora, sin embargo, han tomado el control y son ellos los que pueden tomarse la libertad de objetivar a los humanos. Pero, además, quién da la orden es una mujer y quién se desnuda es un hombre. Ya no son muñecas. Ahora son ellas las que quieren cumplir sus fantasías. Una clara señal de la revolución feminista de la que ya habló en una entrevista Tessa Thompson.
Yo misma
No es la única. El monólogo de Dolores también es una clara referencia a esta nueva etapa de autoridad femenina con la propia hija del granjero y Maeve como dominadoras del parque. “La hija del granjero ve la belleza, pero Wyatt ve la fealdad. Eso no son más que personajes que me obligaste a interpretar. Bajo esas vidas que he tenido que vivir, algo más ha ido fermentando en mí. He evolucionado hacia algo nuevo y tengo un último papel que interpretar: yo misma”.
Lo dicho. Tras una primera temporada necesaria de introducción a este fascinante mundo, Westworld empieza a revelarse como una serie con los ingredientes necesarios para convertirse en un nuevo fenómeno seriéfilo. Feminismo, filosofía, futurismo, acción, teorías y más teorías… ¿Alguien da más?