Las memorias ocultas de María Jesús Ruiz

Las memorias ocultas de María Jesús Ruiz

Televisión

Las memorias ocultas de María Jesús Ruiz

En 2007 publicó ‘Memorias de una Miss’, donde criticaba el afán de morbo de la televisión

28 abril, 2018 09:19

No fue un abandono, sino una salida temporal para prestar declaración en un juicio. María Jesús Ruiz volverá como concursante a Supervivientes tras un paréntesis de unos días en los que la organización ha asegurado que estará aislada, solo en contacto con su abogado, y recibiendo la misma comida que tendría en la isla.

Continúa así su periplo catódico la que fuese Miss España 2004, y que hace once años aseguraba que “la televisión es mi hábitat, es el medio donde me quiero desarrollar como futura profesional”. Una declaración de intenciones que quedó recogido en el libro Memorias de una Miss, que ella misma firmó y que vio la luz en el año 2007 de la mano de la editorial Arco Press.

Un trabajo en el que María Jesús recuerda su vida y la de su familia, y cómo estudió magisterio de lengua francesa y llegó a hacer las prácticas en un colegio donde desarrollaba “perspectiva didáctica totalmente activa y participativa, donde ellos mismos son los impulsores de su propio aprendizaje”.

Pero María Jesús tenía claro que su sueño era ser Miss, y para ello comenzó su andadura presentándose a Miss Arjonilla primero, luego a Miss Jaén y finalmente a Miss España, concurso en el que logró la corona.

Paralelismos con 'Supervivientes'

Si en la isla de Supervivientes hemos visto una María Jesús a la que a veces le cuesta congeniar con los compañeros, en aquel certamen tampoco fue la más querida por el resto. Así, confesaba que solo se llevó bien con Miss Melilla, pero que hizo amistades con el personal de la organización como los cocineros o las azafatas. Y gracias al concurso de belleza, encontró su primer amor, Fernando, el encargado de la prensa de Miss España.

En el reality de Telecinco Ruiz ha hablado de sexo y de cómo excita a su pareja Julio Ruz llamándole “mi macho” es porque para ella, según escribió, “ninguna mujer puede ser hermosa sin entender la importancia del placer. ¡Y sin hombre no hay placer!”.

La televisión, "actuaciones de títeres manejados"

“La televisión, señoras y señores, es divertir al personal con tremendas actuaciones de títeres manejados y disfrazados según las conveniencias del momento”, reflexionaba la jienense en el libro, aunque aseguraba por entonces “poder elegir el papel que quería desempeñar en mi carrera televisiva”. Su camino la ha llevado a convertirse en un personaje del mundo rosa de Sálvame, mas ella vaticinaba que correría la misma suerte que otras de sus antecesoras misses, y que acabaría presentando programas de televisión. Para ello comenzó a tomar clases de dicción e interpretación, algo con lo que continuó y le llevó a trabajar en alguna miniserie al otro lado del charco, y de nula trascendencia en España.

En la contraportada del libro, destacan como uno de los hitos de su entonces corta carrera “el hecho de haberse convertido en un personaje mediático, que ha despertado la curiosidad del público por conocer su vida, y sobre todo, su romance con Dani DJ, personaje que se hizo habitual de las revistas a causa del tormentoso noviazgo que mantuvo en el pasado con la expareja de Jesulín de Ubrique, Belén Esteban”. Una pareja con la que vivió una polémica relación y al cual conoció mientras participaba en La Granja, el Acorralados de Antena 3 que presentaba Terelu Campos y en que llegó a practicar sexo ante las cámaras.

Pese a ello, de dicho reality en sus memorias casi no habla más allá de decir allí que encontró un padre (¿Rappel? ¿Arévalo?), una madre (posiblemente María Jesús y su Acordeón) y un hermano que ganó (Fran Murcia, vencedor del programa).

"Eres Miss España, no puedes salir con un DJ"

Donde sí se explaya y mucho en cómo su familia no aceptaba su relación amorosa con Dani, algo narra una y otra vez. “Eres Miss España, recuérdalo. No puedes tener una relación con un disc jockey”, le solían decir desde su entorno.

Y es que para María Jesús ser Miss es como un título nobiliario que le obligaba a comportarse acorde a lo que se espera de ella, y tenía claro que debía proyectarse bien como figura pública ya que “ninguna firma querrá comprar mi imagen si ésta no fuera aceptada y bien vista por la gran multitud”. Una imagen que quedó muy deteriorada, por ejemplo, este verano, cuando admitió que en su día llegó a inventarse que su pareja la había maltratado.

Pero como ella misma escribió, “ya sabemos que el mundo de la televisión se caracteriza por su afán de morbo, junto a la dificultad de los contertulios para mantener una conversación sin gritar a causa de la simplicidad de sus discursos, que a pocos importan pero a muchos entretienen”.

¿Seguirá opinando lo mismo, ahora que se ha hecho uno de esos personajes que detestaba, que vende morbo y que no se corta al grita en televisión?