La presencia de Aída Nízar en el Grande Fratello de Italia está causando sensación. La vallisoletana no deja de generar polémicas, tal como tiene acostumbrados a los espectadores españoles, y esto ha servido para que la gala de este lunes alcanzase un 27,2 puntos de audiencia, seis más que la semana anterior, con 4,7 millones de espectadores. Una entrega en la que Aída ha resultado nominada de manera disciplinaria junto a Luigi, uno de sus principales enemigos dentro de la casa.
“En estos días hemos visto y escuchado cosas que habríamos ahorrado gustosamente a nuestra audiencia: ser un competidor de Gran Hermano es una responsabilidad y requiere un comportamiento siempre correcto y civil. Vuestras continuas provocaciones y comportamientos ya no son tolerables", dijo a ambos la presentadora Barbara d’Urso, antes de decirles que la estancia de ambos en el concurso quedaba en manos de la audiencia.
Una decisión que no sentó bien a la experta en realities, que se justificó diciendo que todos van contra ella. Tras conocer su nominación, Aída dijo que quería abandonar la experiencia por no poder sacar el mejor lado de su personalidad, y terminó vomitando en el baño.
La concursante ya se enfrentó anteriormente a otro concursante, el drag queen negro Baye Dame, quien se salió de sus casillas y fue expulsado después de mostrar acciones de odio e intimidación contra Nízar. “Me equivoqué, pero Aída fue muy buena para provocarme, dijo que tengo que volver a Senegal” dijo el concursante ya fuera de la casa.