Lo cuento yo porque mi madre no tiene Twitter. Y aunque estamos cagadas al hacer esto viral nos unimos, ahora más que nunca, al 'ni una menos'. La mujer más fuerte de mi vida, mi mamá. Ya no tenemos miedo”. Así comienza su testimonio en Twitter Marina Rodríguez, concursante de la última edición de Operación Triunfo, en el que se suma a #Cuéntalo, el movimiento iniciado en las redes sociales tras la sentencia de La Manada, y en el que cientos de mujeres están contando los casos de violencia machista que han sufrido en su vida.

Un relato escalofriante, en el que cuenta cómo a los 17 años se vio casi obligada a perder la virginidad, cuando ella prefería esperar a los 18 ("fue abuso o violación"), con un hombre que "siempre me ha chillado, agarrado para cogerme del cuello e impedir que respirara hasta quedar sin fuerzas. Incluso me ha pegado".

La mujer tiene la misma visión que muchas víctimas de la violencia, y justificaba todos los actos del hombre (la manipulación psicológica, los maltraos y los golpes no paran, estoy loca, él tiene razón") e incluso vivió escenas tan desgarradoras como cuando estaba encinta de su segunda hija y casi pierde el bebé debido a que “se me tira encima enfurecido... Mi primera hija lo ve y yo le digo que tranquila, que papá tiene razón, que fui yo la que me equivoqué".

Marina siempre fue testigo de esos malos tratos, y con 9 años llegó a decirle a su madre un día por teléfono para decirle “mamá, por favor, no vuelvas a casa, porqué si vuelves, papá te mata". La carta se cierra con un mensaje de fortaleza: "Con todas mis fuerzas pido el divorcio y hace de nuestra vida un infierno, nos engaña, nos amenaza, nos intenta atropellar, nos acosa, y cuando pensábamos que ya no pasaría más... vuelve, no se rinde, pero yo ya no soy débil".