Este jueves, Supervivientes despedía del concurso a Melissa Vargas, que se convertía en la cuarta expulsada del programa, y vivía unas votaciones marcadas por la tensión. El equipo de Cayo Paloma, formado por Francisco, María Jesús Ruiz, Romina, Maestro Joao y Alberto Isla, se puso de acuerdo en nominar a María Jesús, que pidió a sus compañeros que la votasen para abandonar el programa sin sanción.
Un gesto que desde la organización del programa sentó como un jarro de agua fría, y decidieron actuar en consecuencia. Después de que María Jesús saliese como nominada del grupo, y Francisco, como líder, nominase a Romina, Jorge Javier Vázquez tomó la palabra.
“Como hemos detectado que os habéis puesto de acuerdo para nominar a María Jesús, y los chanchullos no nos gustan nada en Supervivientes porque consideramos que sea algo que aporte absolutamente nada a un formato tan épico como este, la organización ha decidido que salvo Francisco que es el líder del grupo todos estáis nominados” informó el presentador, que se había mostrado muy seco cuando le pidió al cantante valenciano el nombre de a quién nominaba.
A estos nominados se suman los dos del otro equipo, Raquel Mosquera, elegida por los compañeros, y Sergio, nominado por Hugo, el líder.
Una gala de nuevo con tensiones
Este año las malas relaciones entre los supervivientes es una constante. Sofía y Sergio se aliaron para atacar muy duramente a María Jesús Ruiz. “El día de mañana sus hijas estarán avergonzadas de ver a su madre aquí”, dijo la Gran Hermana en referencia a la Miss, de la que habló de su pasado sentimental y “es conocida por acostarse con un señor que, si lo ves, dices: 'oh my God'..." .
Además, Sofía rompía su amistad con Sergio mientras le tachaba de ser “un metemierda”, y dijo ante la cámara que se había sentido muy dolida por la traición del modelo, que contó a Logan que Suescun le había criticado.