El director y guionista Antonio Mercero ha fallecido este sábado a los 82 años tras una larga lucha contra el alzheimer, según ha informaco la Academia de Cine en Twitter.
El cineasta ha dejado un inmenso legado de trabajos que le han reportado una vida de premios pero, sobre todo, del reconomiento del público, para quien obras suyas han pasado al imaginario colectivo, como las populares series Verano Azul y Farmacia de Guardia o, en la gran pantalla, cintas como La cabina o Tobi. Entre los premios que recibió, destaca el Goya de Honor de la Academia, en 2010.
Ese arte es fruto de una visión muy personal del cine, vocación desde temprano pese a haber estudiado Derecho en su juventud. Sus primeros pasos con la cámara llegaron mediante cortos. Precisamente uno de estos primeros trabajos, Lección de arte, le reportó su primer gran éxito, la Concha de Oro del Festival de San Sebastián en 1962.
Posteriormente llegó a la televisión, donde en 1973 presentó uno de susprimeros grandes trabajos: Crónicas de un Pueblo, una serie en clave de comedia que relataba la vida cotidiana en una pequeña localidad de la España profunda.
Un año antes llegó una de sus obras maestras, la película La cabina, una historia de ciencia ficción coescrita con José Luis Garci y protagonizada por José Luis López Vázquez, en un registro muy diferente al habitual. Aquella cinta logró un Premio Ondas, un Emmy y fue reconocido internacionalmente por la crítica.
Dos éxitos imprescindibles en televisión
Su estilo cercano y pegado a la rutina quedó muy plasmado en dos de sus series más populares. En 1981 llegó Verano Azul. La producción narraba las aventuras de un grupo de cinco adolescentes que pasaban la época estival en la localidad malagueña de Nerja. Aquellos personajes y los mayores que estaban a su alrededor marcaron a una generación.
Diez años después llegó Farmacia de guardia, que se convirtió en la primera comedia de situación emitida por una cadena privada y ha pasado a la historia como la serie más vista de la televisión en nuestro país.