Desde que Toy se publicara a mediados de marzo, la apuesta de Israel para el Festival de Eurovisión 2018 siempre ocupó la primera posición en las casas de apuestas. Una posición que perdía tras el ensayo para jurados del pasado lunes en favor de Chipre y que metía una enorme presión a su representante Netta Barzilai.
Sin embargo, la joven israelí afirmaba durante la rueda de prensa de la primera semifinal que ya había ganado consiguiendo representando a su país en Eurovisión. Y es que la suya ha sido una carrera meteórica.
Nacida en Hod HaSharon hace 25 años, la joven consiguió ganar en febrero el concurso Rising Star gracias a una voz poderosa y una personalidad magnética, mientras dominaba el looper, una grabadora de sonido única, durante sus actuaciones.
"Nunca pensé que niños me admirarían porque cuando yo era una niña no me querían", confesaba hace unos días en Lisboa cuando le preguntaron por su infancia en la que fue marginada en el colegio por su peso.