A Rossy de Palma no le sentó nada bien convertirse este martes en la tercera expulsada de Bailando con las estrellas y, visiblemente enfadada, no dudó en protestar por esta decisión en directo.
"No pasa absolutamente nada. Se lo pierde el público y el programa. No lo entiendo, pero no importa. Me fastidia que la semana que viene teníamos un tango. Mi bailarín es uruguayo y no darle ese placer me fastidia mucho", comentaba.
"Le pedimos a la dirección que volváis al programa", improvisaba el presentador Roberto Leal. "Eso ya lo veremos porque eso es otro mundo, un mundo aleatorio, todo es muy random en la televisión, qué se le va a hacer", decía la actriz, que rechazó el ramo de flores.