El Gobierno israelí no interferirá en la elección de la ciudad anfitriona de Eurovisión 2019, no impondrá Jerusalén como única sede del festival y ofrecerá también Tel Aviv, Haifa y Eilat como candidatas para acoger la competición, informa el diario Haaretz.
Israel cede así a las exigencias de la Unión Europea de Radiodifusión (EBU), que habría pedido que se proponga una urbe "menos divisiva y controvertida" que Jerusalén, cuya parte oriental está ocupada a los palestinos desde 1967 y en la que la comunidad internacional no reconoce soberanía israelí.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acordó que el Ejecutivo no interfiera en la elección de la ciudad donde se celebre el concurso musical europeo, tras haber ganado la edición de este año en Lisboa con el tema de Netta Barzilai Toy.
Según el Canal 20 de televisión, Netanyahu tomó la decisión el viernes pasado junto a los ministros de Finanzas y Comunicaciones, Moshe Kahlón y Ayoub Kara, y el fiscal general del Estado, Avijai Mendelblit. La decisión fue transmitida a la ministra de Cultura y Deportes, Miri Reguev, que la semana pasada insistió en que Eurovisión se tendría que celebrar en Jerusalén y, si no, no debería celebrarse en el país.
Sus declaraciones se enmarcan en la actual estrategia israelí de impulsar el reconocimiento de su soberanía en la ciudad, tras el reconocimiento estadounidense a su capitalidad y el traslado en mayo a Jerusalén de las embajadas de EE.UU., Guatemala y Paraguay.
Ejecutivos de la EBU comunicaron a la emisora pública israelí Kan que no tenían ninguna objeción en que la ciudad santa fuera la sede de la competición, pero pidieron que su elección se sometiera a un proceso regulado y mostraron sus molestias por la politización en la producción del evento.
Se espera que Kan y EBU tengan una reunión la próxima semana, en la que, además de Jerusalén, se debatan las ciudades de Tel Aviv, Haifa (ambas en la costa mediterránea) y Eilat (en el sur, a orillas del Mar Rojo y fronteriza con Egipto y Jordania) como posibles sedes.
Jerusalén ya acogió Eurovisión en 1979 y 1999, pero la polémica reciente sobre su statu quo ha generado nuevas tensiones en el conflicto palestino-israelí y en el consenso internacional respecto a la ciudad.
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