Pocos famosos admiten tener problemas de salud mental, y menos aún anuncian de manera pública su diagnóstico. Existe socialmente un estigma muy grande hacia aquellas personas que padecen esquizofrenia, trastorno de personalidad o bipolaridad, pero Raquel Mosquera nunca ha tenido problemas en hablar de lo que le sucede.
Y con su paso por Supervivientes, en el que se ha alzado como tercera ganadora, Raquel ha demostrado que se puede convivir con un trastorno bipolar si se lleva un tratamiento adecuado, y que con él no solo se puede llevar a cabo una vida normal sino que incluso te puedes enfrentar a condiciones extremas de superviviencia.
“Estamos superorgullosos de ti, eres un ejemplo de superación para muchas personas, has ayudado a mucha gente sin saberlo”. Con esas palabras recibió Silvia Mosquera a su hermana en las instalaciones de Telecinco, poco antes de ser eliminada oficialmente de la competición. Según su testimonio, mucha gente había contactado con ella para darle las gracias por su ejemplo de superación.
Los problemas de salud mental de Mosquera saltaron a la palestra hace más de una década, cuando fue ingresada en la clínica López Ibor. Unas imágenes que fueron muy comentadas en programas como Aquí hay tomate.
"Siempre salto medicada"
En 2012 Mosquera participó en Expedición Imposible, una versión con famosos de Pekín Exprés que se emitió en Cuatro, y en la que formó pareja con Leticia Sabater. Un programa muy duro para todos, en el que las diarreas, los vómitos o los golpes de calor eran frecuente, y que debilitaron la salud de Raquel. Tanto, que ha su regreso a España tuvo que ser ingresada de urgencia en psiquiatría de un hospital. “Padezco una bipolaridad que está controlada por mi psicólogo y mi psiquiatra y con el tratamiento adecuado puedo llevar una vida normal. Antes de incorporarme al programa de televisión, tuve unos meses con mucho estrés y dejé de medicarme un par de días", explicó entonces, una vez recuperada.
Sin embargo, la viuda de Pedro Carrasco jamás ha sentido vergüenza ni nada parecido por todos estos problemas mentales, y en diversas entrevistas comentaba cómo convivía con ellos. “Siempre salto medicada”, llegó a titular una revista una charla con Raquel, a raíz de su participación en Mira quién salta, en Telecinco.
Más fortaleza en 'Supervivientes' que otros compañeros
Cuando su nombre se confirmó para Supervivientes, pronto se aclaró que en todo momento se velaría por la salud emocional de Raquel, y que se llevaría su medicación a Honduras. Así, demostró que si la enfermedad se controla no hay límites, y que uno puede incluso vivir una aventura extrema en una isla caribeña en la que hay que buscarse el pan (o mejor dicho, los peces) cada día.
No ha sido la que más ha pescado, pero ha aportado mucho a la convivencia, ha ganado alguna prueba de líder, y ha demostrado tener más entera que otros que se veían más fuertes como Adrián Rodríguez, que abandonó voluntariamente el programa.
Ha tenido sus más y sus menos con los otros Supervivientes, a veces, precisamente, debido a su medicación, la cual debe tomar con algún alimento para no tener el estómago vacío. En cierta ocasión, Fernando, novio de Mayte Zaldívar, la atacó con esa bala, y ella aclaró cómo era su tratamiento: “Por la noche me tomo unas pastillas que me dejan dormida y ellos se van muy tarde a por cangrejos”, explicó, sin mucha importancia Raquel.
Falta de visibilidad en realities y en series
La visibilidad como la que da Raquel Mosquera es, sin duda, la mejor forma que hay para luchar contra los estigmas sociales, y ella lo ha hecho participando en un reality. Y es que en la ficción televisiva tampoco se suele hablar de este asunto.
“Falta mostrarlo en películas o en series. Donde mejor lo he visto tratado ha sido en la serie Homeland. Realmente muestra dónde te lleva la enfermedad si la dejas”. El autor de estas palabras es David Harbour, conocido por su papel del sheriff Hopper de Stranger Things. En una reciente entrevista en WTF Podcast con Marc Maron, Harbour explicó que sufre problemas de salud mental que afectan a muchos jóvenes, público potencial de la serie. Así explicó que lucha contra la ansiedad, la depresión y el trastorno bipolar, y que incluso llegó a estar ingresado en un hospital psiquiátrico.