El Maestro Joao se abrió anoche en canal en Sábado Deluxe para explicar cómo ha sido su vida y cómo le ha condicionado su homosexualidad, la cual conocía tanto él como su madre desde bien pequeño. Una dura historia en la que incluso se enamoró de una persona enferma de sida cuando esta enfermedad era sinónimo de muerte, y de hecho, su amado falleció a consecuencia del virus.
Pero el futurólogo (que tiene el don de leer culos) insistió varias veces que él quería hablar de cosas alegres, que prefería divertir a la gente que estuviese en casa, y explicó que en Supervivientes por fin pudo ser él mismo ante las cámaras. Así, admitió que cuando ejerce de adivino casi ejerce un personaje para dar credibilidad a su discurso.
Y hablando de personajes, Jorge Javier Vázquez le preguntó a su invitado por su etapa de transformista, al más puro estilo Rupaul’s Drag Race, pues Joao durante años se convertía por las noches en clones de Rocío Jurado, Betty Missiego, Sara Montiel, Martirio o Marilyn Monroe.
“Empecé trabajando con trece años en una cafetería, en la que me pagaban muy poquito y por las noches empecé a trabajar en el show, con quince o dieciséis años. Por las noches era Rocío Jurado y por la mañana era Joaquín” explicó el vidente, que situó aquella época “en la Movida madrileña. Lo hice bastantes años y la verdad, con bastante éxito”. Una etapa de su vida en la que vivió mucho la noche, en la que experimentó con drogas y en la que consumía mucho alcohol. “He bebido que era Massiel en la boda de la Jurado”, confesaba, si bien admite que nunca tuvo problemas de adicciones.
Sobre sus imitaciones, habló con especial cariño de Rocío Jurado, del que era profundo admirador, e incluso se vio una foto en la que emulaba a la más grande el día de su boda, en una parodia. “La he adorado”, reconoció, y explicó que como amigos no, pero que como fan sí que pudo conocerla, y que incluso en una ocasión Rocío presumió de una foto de él travestido diciendo “esto es un artista”, debido a que él la imitaba “con muchísimo respeto”.