En la tercera temporada de Vis a vis, los espectadores han conocido una reclusa transexual llamada Luna. Una mujer dulce e ingenua con problemas de drogadicción, capaz de ofrecer su cuerpo a cambio de una dosis o de algo de dinero. En la piel de Luna se mete la actriz Abril Zamora, quien como su personaje es trans. Con una amplia carrera en el teatro y la televisión, Abril realizó el tránsito hace poco más de un año, aunque anteriormente interpretaba personajes masculinos y aparecía en los créditos como Abel Zamora. 

"No tengo ningún conflicto con mi nombre de antes, siempre y cuando esté usado en un contexto con sentido", reconoce Abril, que en la actualidad prepara una serie documental junto a su novio Jordi Boronat llamado precisamente Abel ya no vive aquí, que constará de seis episodios y que narrará el día de la pareja. "Está hecho en clave ligera, porque nos tomamos muy poco en serio, y tiene un montaje muy Quién quiere casarse con mi hijo en el que jugamos con los efectos de sonido. Enseñamos que al fin y al cabo somos una pareja que hace cosas muy normales, y muestro el primer día que pongo vestido o el primer día que me maquillo para ir a un evento, cosas para quitarle intensidad o una parte médica al tema en sí. Y es muy interesante por el punto de vista de mi pareja, un chico que está enamorado de un chico, que se convierte en una chica pero continúa la relación", comenta la artista, que cree muy necesario continuar dando visbilidad a la realidad LGBTIQ a través de la ficción. 

¿Qué balance haces  de tu paso por Vis a vis?

A mí me encanta la tercera temporada. Que los capítulos duren 50 minutos y pasen como un tiro ha jugado a su favor, y al emitirse en una cadena como Fox, para mayores de 18, permite tener tramas son un poco más oscuras. En la temporada no paraban de pasar cosas y a cual peor, parecía un poco Juego de Tronos, ahora muere una, ahora la otra, la otra se queda en coma, que si la lavadora, las chinas... Las chinas ha sido un gran acierto, y admito que cuando lo leí en guión dudé un poco de si funcionaría. Pero cuando lo vi como espectadora pensé que qué acierto ha sido que las protagonistas tuviesen unas enemigas que les hiciese unirse entre ellas. Y espérate a la cuarta temporada, ¡que va a ser super fuerte!

"Vis a vis parecía Juego de tronos, con tantas muertes"

 

¿Tendrá Luna más protagonismo en la nueva temporada?

Yo he ido creciendo en protagonismo en la tercera en cada capítulo. Mi personaje al principio tenía muy poquito, pero fueron haciéndolo crecer, y en la cuarta temporada sigo creciendo. Disfruto mucho haciéndolo, me lo paso muy bien como actriz y ayudo a la visibilidad. Como era mi primer trabajo como actriz, el hecho de tener poquito e ir aumentando el peso del personaje fue un regalo. Yo estaba muy insegura, cómo sería el exponerme como actriz ante un elenco de profesionales tan buenas, y preferí tener menos protagonismo para escuchar, para aprender y demás e ir creciendo y poner todo en práctica. 

Es una serie que cuida mucho cada actriz que se incorpora al elenco.

El trabajo de los directores de cásting es super minucioso, y han formado algo muy complicado, que es un equipo de actrices que todas, aún teniendo personajes muy variopintos, estén actuando en el mismo escenario siempre, y lograr para la serie un tono concreto y una gran credibilidad. Zulema (Nawja Ninmri) no tiene nada que ver con Tere (Marta Aledo), pero ahí están transitando dentro de la misma historia, porque las actrices están muy bien elegidas. Suelo decir que Vis a vis tiene el mismo gusto de A dos metros bajo tierra de elegir bien a los personajes secundarios, a los super secundarios y cualquiera que tenga que decir una frase. En muchas veces en el audiovisual español se descuida el hecho de los pequeños papeles de los actores o la figuración, que te quita la credibilidad. Que un figurante que no haga bien su trabajo, esos extras que opinan moviendo los brazos hacia arriba diciendo "oh" rompe la credibilidad. En Vis a vis eso está muy cuidado, el elenco de figurantes son siempre las mismas, y son actrices y lo hacen que te mueres, y enriquecen mucho el proyecto.

"En el audiovisual español se descuida los papeles pequeños"

 

¿Crees que es necesario que los personajes transexuales los hagan personas transexuales? ¿O debemos apostar por la magia del audiovisual, que una actriz cisgénero haga de transexual, o como en Paquita Salas, que un chico joven haga el papel de una mujer cisgénero mayor?

Yo prefiero que un personaje transexual lo hagauna actriz cisgénero a que sea un muchacho con peluca, que es algo que por lo general me da un poco de úlcera, porque conozco actrices transexuales que no están trabajando, y para dos personajes trans que aparecen al año en el audiovisual es una pena que no se les de la oportunidad ni siquiera de verlas, ni de hacerles una prueba. Por supuesto, cada proyecto es un mundo y requiere de unos actores y unas actrices concretos, pero estamos en un momento en el que hay que dar cabida a la visibilidad, porque lo que no ves no existe, y creo que hay pocos personajes transexuales, hay muchas actrices transexuales y pocas personas que confíen en esas actrices. Una actriz trans porque va a dar mucha más verdad al proyecto a que lo haga un chico con peluca.

"Que un actor con peluca haga de mujer trans es como un Baltasar blanco pintado"

Por supuesto, depende del momento de transición en el que esté el personaje, si de pronto es una chica trans que ni siquiera ha empezado la hormonación entiendo que cogerían a un actor cisgénero para hacerlo, y eso lo puedo entender. Pero cuando es un personaje que ha hecho la transición, y ponen a un hombre, es como tener un Baltasar blanco pintado de negro, porque ahí dirías "hay actores negros, no hace falta pintar a nadie". Ojo, yo no culpo al actor que se pone la peluca para hacer de un personaje trans, sino a la gente que está por encima que los elige a ellos, aunque entiendo que haya casos que un actor cisgénero tenga mucho más nombre y se opte por ponerle una peluca que en lugar de elegir a una actriz trans desconocida. Y también creo en lo que tú dices que existe la magia del audiovisual, y estoy deseando que me den un personaje de madre cisgénero y pasármelo fenomenal haciéndolo, pero sé que estamos un poco atrás como para que esas cosas pasen.

En Vis a vis vemos personas lesbianas o transexuales que no sufren por su condición.

Y eso ayuda muchísimo a la integración y a que avancemos poquito a poco. La campaña que han hecho desde la serie con el Orgullo es maravillosa para dar la visibilidad de "eh, estamos aquí". Vis a vis además presenta protagonistas alejadas de estereotipos, que no se centran en su homosexualidad. Estoy harta de la llamada ficción LGBT, el hecho de que una película tenga un protagonista gay, lesbiana, trans, no hace que eso sea una ficción LGBT, y si lo es, deberíamos rechazarlo. Cuando veo una película que trata de un chico que sale del armario, o de un chico que de pronto tiene un conflicto porque tiene que hacerse una prueba del VIH, o que tiene una pelea con los padres por ser homosexual, pienso que estamos en el año 75. Creo que en el año 2018 deberíamos tener más asumido esto, y lo que ayuda a la integración es darles tramas alejadas de esto. Que el policía llegue a casa y tenga un marido, o que descubramos que la villana tiene una amante, o que la compañera de trabajo del carnicero sea una chica trans que tiene un conflicto porque quiere tener un perro y no puede. El audiovisual, el teatro, la cultura son motores para educar a la gente, que vea quiénes somos y de quiénes estamos rodeados.

 

¿Has recibido feedback de personas transexuales por tu personaje?

En mi caso estoy viviendo un momento de felicidad que me ha explotado en la cara, porque tener visibilidad de persona trans está ayudando a mucha gente, y no lo digo desde un lugar de soberbia, sino porque me han escrito personas trans de doce años, de trece, que me dicen que se sienten identificados conmigo, que se sienten orgullosos de ver un personaje así en la tele, o de ver a una persona como yo, que dirijo, que escribo, que actúo, porque normalmente no tenemos referentes. Aunque a veces te cuentan historias terroríficas, de "mis padres se han enterado de que soy así y me están machacando mucho" o "no sé cómo hacerlo porque vivo en un mundo de hostilidad". Es maravilloso que confíen en ti para contarte sus historias, pero también es muy duro porque no deja de ser reflejo de lo atrás que estamos todavía en muchos aspectos.  Ojo, que no quiero ser referente de nada, que me viene muy grande, pero creo que es guay que se vea, porque tampoco voy a fingir que soy una persona cisgénero, para mí es importante que la gente sepa quién soy, lo que soy y que existe gente como yo. 

¿Te dio miedo no trabajar en la interpretación tras hacer el tránsito? 

Sí, me daba miedo que me faltase trabajo como actriz, era una asignatura pendiente que yo tenía. He actuado mucho como actor, y nunca he disfrutado tanto como actuando con personajes femeninos y tenía miedo de que nunca me cuajase nada. Si cuento las actrices trans que hay en este momento en España... me daba pavor. Y es que por mucho que los directores de cásting quieran, ellos no tienen el control absoluto, están las cadenas, hay muchas manos después. Y en mi caso tenía el colchón de la dramaturgia, de dirigir, que me lo podía escribir yo misma, pero no es lo igual. Cuando me llamaron para la prueba de Vis a vis fue alucinante, y cuando me llamaron para decirme que me cogían fue una satisfacción y una reconciliación con el panorama actual, como persona trans pensé que qué guay que estén confiando en esto y que encima lo vaya a hacer yo, que era muy fan de la serie. 

"Me han escrito niños transexuales de doce años para decirme que se sienten identificados"

En la televisión nacional no tenemos presentadores ni periodistas transexuales. 

No, y sería necesario, para que hagan lo mismo que hacen Jesús Vázquez o Jorge Javier Vázquez, que también es muy necesario, que la gente sepa quiénes son. En este caso, Telecinco es una cadena que ve gente de todas las edades, mucha de ellas mayores, y ellos llevan su mensaje a lugares más pequeños. "Eh, soy gay, soy normal, estoy trabajando en la tele, no pasa nada", eso es fenomenal. O gente como Sofía Cristo, que coincidí con ella en el pregón del Orgullo de Torremolinos, que es de las pocas personas bisexuales visibles que hay en España. Yo no la conocía  y me enamoré de ella, y le dije gracias por la labor que haces porque la gente sabe tu condición sexual, y que has tenido un conflicto con las drogas muy grave y eres un reflejo de que se puede salir de eso. Y también son necesarios programas como Rupaul's Drag Race, un programa que ayuda muchísimo porque cuenta historias de gays muy interesantes, que suelen estar teñidas de algo oscuro y creo que es un canto a la superación, a la esperanza y a las ganas de ser uno mismo, y que frivolizan tantísimo, porque deberíamos empezar a frivolizar con según qué cosas.  Hace poco participé en Indetectables, en un capítulo de la webserie, y para mí era importantísimo frivolizar en el sentido de desestigmatizar. Que no por tratar el VIH no quiere decir que tenga que ser un dramón, que el personaje es seropositivo pero le pasan otras muchas cosas.