Del bombo de la Lotería ha salido el premio gordo por fin. Después de conocerse algunos nombres que se habían puesto sobre la mesa para presidir la nueva RTVE, este viernes se ha resuelto que el periodista Andrés Gil será el candidato propuesto por Podemos y PSOE para estar al frente de la Corporación. 

Se trata de un periodista de solvente carrera en el mundo de la información política que ha trabajado en medios como ADN y El País y que ahora era jefe de política en eldiario.es. Un reputado periodista al que no se le puede tachar de estar politizado o ser afín a ningún partido político. Sin embargo, concede serias dudas sobre si será capaz de estar al frente de RTVE.

Viendo los perfiles que se habían valorado antes, el fundador de 20 minutos, Arsenio Escolar, y la directora de Público, Ana Pardo de Vera, queda claro que el nuevo Gobierno y sus socios querían a un periodista de reputada carrera al frente de la nueva etapa de RTVE. Además, alguien que viniese de fuera, no de dentro de la Corporación o del sector empresarial.

Aunque el nombre de Andrés Gil queda muy bonito sobre el papel, pues ha demostrado su pasión periodística, el Gobierno está cometiendo un grave error a la hora de reforzar la Corporación. Más allá del área de informativos, el sector que parece importarles más a Sánchez y compañía, la renovación de RTVE debía haber sido a gran escala. Algo que no se producirá con un gestor como Gil al frente. 

RTVE se merece un cambio total en sus puestos directivos. Y Andrés Gil hubiese sido un perfecto candidato para convertirse en Jefe de Informativos de TVE. Al fin y al cabo, eso es lo que le interesa al nuevo Gobierno de Sánchez. O lo que ha vendido ante los medios de comunicación: despolitizar la televisión pública. 

Se olvida de que TVE es una televisión que, además de información, debe actualizarse también en términos de entretenimiento

Pero se olvida de que TVE es una televisión que, además de información, debe actualizarse también en términos de entretenimiento. ¿Se imaginan a Andrés Gil debatiendo sobre cómo será el plató de Bailando con las estrellas? ¿Se imaginan a Andrés Gil visitando la nueva Academia de Operación triunfo para valorar los detalles? Es ahí donde este nuevo proyecto de esta nueva RTVE cojea.

Y es que la presidencia de RTVE necesitaba en estos momentos, después de estos años negros, una persona que supiese mucho de televisión y de radio. Que se hubiese criado dentro de la pequeña pantalla y que supiese valorar los buenos y los malos proyectos. Un nombre mucho más parecido al de Pilar Miró. Alguien, por ejemplo, como Fran Llorente. Una persona que tuviese sangre televisiva recorriendo por sus venas y que apostase por proyectos arriesgados alejados del panorama político. Y eso,a priori, es complicado con esta decisión tomada por Sánchez.

De haber cogido a un cargo mucho más ligado a la televisión en la presidencia de la Corporación, después de podría haber jugado mucho más con la dirección de TVE y la jefatura de informativos. Pero con Gil al frente de RTVE ya se sabe que las decisiones informativas vendrán por su parte, cuando su papel debería ser más de gestor.

Con esta decisión parece que el Gobierno de Sánchez se ha olvidado de que RTVE es una radio. Es una televisión. Y, más allá de los espacios informativos -muy importantes a su vez- hay que renovar la imagen de entretenimiento y ocio de una RTVE que se ha quedado anticuada en muchos aspectos y que ya no compite con las privadas en momentos muy relevantes.