Este viernes la familia Matamoros tuvo un gran protagonismo en Mediaset, más del habitual. Por un lado, Sálvame retransmitió en directo la llegada de invitados a la boda de Diego Matamoros (Supervivientes), incluida la de su propio padre Kiko, con el que ha tenido sus más y sus menos.
Según confirmó Kiko en una conexión en directo se planteó seriamente no acudir a la ceremonia, pero “al final ha pesado más el medir los daños que podría hacer, incluso a mí. Me podía arrepentir toda la vida”, dijo el ahora portavoz de la sección El club del espectador.
Por si fuese poco, llegada la noche, Volverte a ver sacaba su lado más Sálvame para intentar que Kiko Matamoros y su hija Laura se reconciliasen, pues también han vivido enfrentamientos familiares aireados por el universo del programa de corazón de Telecinco.
Laura, quien logró alzarse como ganadora de Gran Hermano VIP, fue la que dio el paso de acudir al programa, y según su testimonio, ser madre le ha hecho ver lo importante que es la familia, y por ello quiere mantener una actitud más cercana con su padre, con el que ha tenido desencuentros de los que dijo arrepentirse.
Así, la joven le dijo a su padre que “pese a las carencia que he podido tener contigo yo como padre quiero que Matías, tu nieto, no las tenga como nieto que es. Quiero que le permitas tu tiempo todo lo posible. Que lo lleves a ver los partidos del Madrid, al cine… que pases todo el tiempo con él que no hemos pasado juntos tú y yo”. Una propuesta de enterrar el hacha que Kiko aceptó y entonó el mea culpa por la parte que le corresponde.