Televisión Española está en pleno proceso de remodelación, con nuevos nombramientos constantes. Pero una de las cabezas que con más fuerza se ha pedido, la de Eladio Jarreño, no ha caído. Y es que Rosa María Mateo decidió que mantendría su puesto de director de la cadena, pese a las críticas por manipulación en lo referido a información política que ha recibido.
Por ello, las reacciones sobre su permanencia no se hicieron esperar. Desde Comisiones Obreras dijeron que “la continuidad de Eladio Jareño supone un aval a su gestión, un trabajo caracterizado por las externalizaciones de programas, por la contratación de las productoras de Javier Cárdenas o Carlos Herrera. Nuestra lucha no ha sido para esto”.
Y es que sin duda, Hora Punta y su presentador Javier Cárdenas será la gran mancha en el currículo de Eladio durante su etapa como director. Y es que este magacín nocturno ha dejado momentos de auténtica vergüenza para una televisión pública. Desde la vez que hicieron sangre recordando la muerte del marido de Raquel Sánchez Silva por su aniversario al día que Cárdenas dijo a una chica con parálisis cerebral que quién la quisiera. Desde utilizar a un servicio público para atacar a un medio privado que criticó el machismo en el programa hasta ofrecer colaboraciones a los medios de comunicación en el programa a cambio de no hacerle críticas. Y pasando por la apertura al morbo a través de reportajes de crónica negra en el que hablaba de casos como el de Alcasser o de la secta Edelweiss en un programa presuntamente de entretenimiento en cuya cabecera aparecen famosos, como si aquello fuese El Hormiguero, cuando en realidad tiene los pies más cerca de El lugar del crimen o Quién sabe dónde.
Como señala Comisiones Obreras, la continuidad de Jareño avala a la productora de Cárdenas, que es la responsable de Pura Magia, programa que sin obtener buenos datos en su primera edición fue renovado. Y las pruebas están ahí: tras dos semanas en las que no llegaba al 10% de cuota en la noche del lunes el programa se envió al miércoles, aunque sus datos no mejoraron (un 8,3% en su última entrega).
Aunque para Javier Cárdenas ya sabemos que los datos de Kantar Media no significan nada, tal como dijo en su programa de radio en Europa FM, cuando dio a entender que sus bajos datos responden a un castigo de Kantar Media por criticar su forma de medir al público. ¿Veremos algún día su “brutal” investigación sobre la medición de audiencias? Igual hay que esperar al estreno del nuevo Hora Punta que se estrenará el próximo septiembre, que será semanal en lugar de diario.
Otros tropezones (y algún gran acierto)
Por desgracia, Hora Punta o Pura Magia no ha sido el único tropezón de Eladio Jareño en entretenimiento. También podemos señalar otros productos de escasa calidad y menor cuota de pantalla como Ifamily, La Pelu, Reinas, Cómo lo ves o No es un sábado cualquiera, por citar algunos ejemplos, han sido otros de sus desaciertos. Y en ocasiones, los fracasos fueron tan estrepitosos que los programas se cancelaban a los quince días de estrenarse como No es un sábado cualquiera, o se trasladaban a franjas sin audiencia, como sucedió con La Pelu.
Por supuesto, la gestión de Eladio Jareño también ha tenido algunos aciertos interesantes. Principalmente, destaca Maestros de la Costura, que se convirtió en uno de los espacios más visto y que está llamado a tener varias temporadas en la estela de MasterChef.
Y por supuesto, no se puede obviar el éxito que supuso Operación Triunfo, un programa que consiguió que la juventud española se interesase por la música y más tarde por Eurovisión. Y que supuso un canto a la diversidad sexual en la televisión pública gracias tanto a los concursantes como a los profesores, que hablaban con naturalidad de la homosexualidad o de la transexualidad delante de las cámaras.
De hecho, las redes coincidieron que el día que la concursante Marina se besó con su novio Bast (un chico trans) delante de la cámara era historia de la televisión en España. Sobre todo, teniendo en cuenta que pocos meses antes la propia TVE se había negado a dar ningún tipo de cobertura al World Pride que se celebraba en Madrid.