Esta semana, Rafael Amargo daba una entrevista para El Mundo en las que, hablando de su vida, afirmaba que no se considera “ni maricón ni gay, palabras que no me gustan. Tampoco me gusta celebrar la fiesta del orgullo gay. ¿Y por qué no celebramos el día del orgullo hetero? Soy heterosexual y bisexual porque lo he probado y es una diversión más. Pero igual que otros muchos hombres lo han probado y no lo dicen”.

Unas palabras que muchos criticaron al verlas teñidas de homofobia, y que consideraron que perjudicaba a la lucha de derechos LGBTIQ más que ayudar a la visibilidad de las personas bisexuales. Este sábado, Socialité emitió una pequeña entrevista telefónica con el artista, y matizó sus palabras de una manera que solo sirvió para echar más leña al fuego. “Me considero un tío vicioso, que me gusta lo que me gusta en cada momento. Soy bisexual porque he tenido historias con tíos soy bisexual y si he repetido es porque me gusta”.

El problema vino cuando el ganador de su edición de Ven a cenar conmigo Summer Edition volvió a recalcar que no es “ni maricón ni gay. Mucha gente lee un titular y no la entrevista entera, si te lees la entrevista entera y me conoces un poco esté en el tono en el que yo suelo hablar. Es una entrevista es muy sincera. A mí no me gusta que a nadie le llamen maricón, porque es una pala bra despectiva, y creo que un maricón es un terrorista, un pederasta, un hijo de puta, un ladrón, alguien que haga algo mal”.

Además, remata la intervención intentando no parecer homófobo al exclamar “¿cómo no me va a gustar el público gay? Si el público gay llena teatros. Lo adoro”.