Juego de tronos extendió su imperio televisivo en los Emmy, en los que se llevó este lunes el premio a la mejor serie dramática, mientras que The Marvelous Mrs. Maisel arrasó con su primera temporada en los apartados de comedia de los galardones más importantes de la pequeña pantalla.

Con nueve premios en la 70 edición de los Emmy, la serie de fantasía épica de HBO amplió así hasta las 47 estatuillas su récord absoluto en estos galardones, en los que es la producción más premiada de la historia.



La noche resultó amarga para los candidatos españoles Penélope Cruz y Antonio Banderas, que se fueron de vacío, pero contó con momentos tan dulces y románticos como una sorprendente pedida de mano sobre el escenario por parte de uno de los ganadores.



Tras ausentarse en 2017 de los Emmy por el retraso de su séptima temporada, Juego de tronos regresó por la puerta grande y sumó su tercer Emmy a la mejor serie dramática tras los de 2015 y 2016



"El show no existiría sin la locura mágica de George R. R. Martin", concedió David Benioff, uno de los creadores de la serie junto a D.B. Weiss, quien indicó que Juego de tronos es "tan buena como la gente que la lleva a cabo".



Claire Foy, la reina Isabel II de The Crown, dio la sorpresa como mejor actriz al destronar a Elisabeth Moss de El cuento de la criada, serie que fue una de las derrotadas de la velada. Por su parte, Matthew Ryhs otorgó la mejor despedida posible a la serie de espías The Americans al llevarse el premio al mejor actor dramático, que dedicó a su pareja en la vida real y en esta producción, Keri Russell.

Sin premios latinos

Como una apisonadora pasó por las categorías de comedia The Marvelous Mrs. Maisel, ya que se llevó el premio a la mejor serie, mejor actriz protagonista (Rachel Brosnahan), mejor actriz de reparto (Alex Borstein), mejor dirección y mejor guión (ambos para Amy Sherman-Palladino).



Brosnahan, destacó que esta serie de Amazon gira en torno a una mujer que trata de "encontrar su voz de nuevo", e instó a que los estadounidenses sigan su ejemplo y se registren para votar en las elecciones legislativas de medio mandato.



Por su parte, Bill Hader (Barry) ganó el premio al mejor intérprete de comedia para el que sonaba como gran aspirante Donald Glover (Atlanta).



American Crime Story: The Assassination Of Gianni Versace hizo buenas las quinielas al anotarse el Emmy a mejor serie limitada y su "showrunner" (máximo responsable de una producción televisiva), Ryan Murphy, dedicó el premio a las víctimas de crímenes de odio en la comunidad LGBT.



Los Emmy no dieron ninguna alegría a los latinos, puesto que Antonio Banderas (Genius: Picasso), John Leguizamo (Waco) y Penélope Cruz, Édgar Ramírez y Ricky Martin (los tres por American Crime Story: The Assassination Of Gianni Versace) no pudieron salir como vencedores en sus respectivas categorías.

Empate entre HBO y Netflix

Juego de tronos, con nueve premios, fue la más premiada por delante de The Marvelous Mrs. Maisel con ocho estatuillas, mientras que por compañías HBO y Netflix empataron a 23 reconocimientos.



El sarcasmo y la ironía descorcharon la noche por medio de una canción titulada "Lo solucionamos", acerca de los problemas de falta de diversidad en Hollywood y que contó con un fragmento de ritmo latino a cargo de Ricky Martin. Además, la ceremonia contó con unos premios ficticios llamados "Emmy de la reparación", que reconocieron la labor de veteranos actores negros que no habían sido galardonados.



Estos Emmy también eran los primeros tras el movimiento "Me Too" y el terremoto de escándalos sexuales que traumatizaron a Hollywood, por lo que los presentadores de la gala, Colin Jost y Michael Che, dieron la bienvenida a los talentos de Hollywood "que no han sido pillados todavía".



La ceremonia tuvo momentos de gran emotividad, como la aparición de la leyenda Betty White. Y también hubo espacio para las risas y el humor en el Teatro Microsoft de Los Ángeles. "Ya podéis iros a la cama. Papá ganó", dijo a sus hijos Henry Winkler (Barry) tras ganar el Emmy a mejor actor secundario de una comedia.



"Ya no puedo caminar por la calle, pero gracias por cambiarme la vida", indicó a los responsables de Juego de tronos el intérprete Peter Dinklage, que consiguió el galardón a mejor actor secundario de una serie dramática.



Pero por más risas y lágrimas que hubo hoy nadie pudo superar a Glenn Weiss, quien, tras llevarse el Emmy a la mejor dirección de un especial de variedades por la última ceremonia de los Óscar, aprovechó su discurso de agradecimiento para pedirle matrimonio a su novia Jan, que se encontraba entre el público y dijo "sí, quiero".