Gran Hermano ha dejado de ser Gran Hermano. Esto no es nada malo, pues parece que el resultado de audiencia funciona. Sin embargo, el espíritu del programa original ha ido desapareciendo poco a poco para parecerse mucho más al reality estrella de Telecinco, Supervivientes

La gala de este jueves de GH VIP ha demostrado lo mucho que ha cambiado el reality de un año para otro. El programa ha ido dejando pistas para demostrar que Supervivientes es un claro referente de lo que quiere la audiencia en un reality de Telecinco. Y en Zeppelin le están dando a los espectadores lo que demandan. 

Jorge Javier Vázquez está mucho más participativo en esta edición. Eso quiere decir que los concursantes interactúan mucho más con el presentador. En anteriores ediciones, el conductor del programa servía como simple nexo de unión entre el interior y el exterior de la casa. Apenas les daba instrucciones sobre lo que debían hacer y nunca jugaba con ellos. 

Pero de esto ha aprendido GH VIP de Supervivientes. Si algo gustó mucho en la últimas ediciones de Supervivientes ha sido la forma en la que Jorge Javier Vázquez habla con el resto de concursantes. Se trata de un juego que gusta mucho a los espectadores y que se ha terminado convirtiendo en tradición. 

Se pierde la magia de 'Gran Hermano', pero se gana espectáculo

Más allá de la relación entre el presentador y los concursantes, la forma en la que los participantes consumen su propio reality es distinta a la de otros años. Gran Hermano era un programa de convivencia donde los que estaban dentro vivían completamente aislados de lo que pasaba en el exterior. Además, debían concursar sin conocer las estrategias de sus compañeros. Eso ya se ha terminado.

Además de nominar a la cara, algo que hace estallar la bomba desde el primer minuto de convivencia, ahora los concursantes ven muchos más vídeos de lo que opinan sus compañeros de ellos. Además, en cada gala les ilustran con vídeos sobre algunas de sus discusiones para que puedan comentarlas en directo junto a los espectadores. Se pierde la magia de Gran Hermano, pero se gana espectáculo.

Otro elemento que ha dejado claro que Gran Hermano quiere llamar mucho más la atención del público es la primera prueba de líder a la que se han enfrentado. Con elementos mucho más físicos, más cercanos a los que vemos en Supervivientes, los concursantes han tenido que sudar mucho para conseguir ser inmunes en las nominaciones de la primera semana. Algo así como conseguir el collar de líder en Supervivientes.

Ya lo dijo el propio Manuel Villanueva, jefe de Contenidos de Mediaset España, durante la presentación de la nueva edición de GH VIP. El simple hecho de haber elegido a Jorge Javier Vázquez como presentador era un síntoma de lo que se avecinaba. "Queríamos repetir el tridente de presentadores que tan bien funcionó en Supervivientes", decía el directivo. "A Jorge Javier se le da muy bien interactuar con los famosos", aseguraba. Una señal de lo que estaba por llegar al programa.

En GH VIP ya nos avisaron desde el primer minuto de programa. El hecho de tener la casa como si de una selva a la entrada de los concursantes era la primera miga de pan: este año no se lo quieren poner nada fácil a los concursantes para que se esfuercen en la convivencia y esto se convierta en un reality show de pura competición. En Telecinco quieren que GH  se convierta en un campo de batalla. Y es que ya se sabe que las disputas se venden mucho mejor en esta cadena.