Isabel Pantoja mete un tercer gol por la escuadra. La tonadillera, archienemiga de Telecinco, de pronto se ha acercado mucho más de lo esperado para hablar en primer persona de todo lo que está pasando por su cabeza. Ahora, reconvertida en una colaboradora más de Paolo Vasile, es la estrella de Telecinco sin recorrer ninguno de sus pasillos.
No ha hecho falta que se siente en un plató de televisión. Isabel Pantoja está en boca de todos desde su casa, desde Cantora, con el teléfono levantado y sentada en su sofá. Desde allí arremete contra todos, da explicaciones a todos y hace subir las audiencias como la espuma. Es un mecanismo de defensa a distancia.
Su historia empezó hace algo más de una semana en Sálvame. Un viernes cualquiera, un día después del arranque de GH VIP, Carlota Corredera comentaba el inicio del reality junto a todo el cortijo de Sálvame. El patio estaba en plena ebullición cuando, de pronto, el telefóno de Chelo García Cortés empezaba a vibrar. En la pantalla aparecía un nombre: Isabel Pantoja.
La cantante tomaba el liderazgo del programa. Con Sálvame tomado por sus riendas, el programa se doblegó a sus peticiones. Ella sólo quería hablar con Carlota Corredera. Sin embargo, su temperamento se fue calmando y al final logró hablar con el resto de colaboradores. La boca abierta de Lydia Lozano lo decía todo: Sálvame había hecho historia en aquel preciso instante.
Como si de un mensaje del Rey de última hora se tratara, la voz se fue corriendo por el pueblo: ¡Isabel Pantoja ha llamado a Sálvame! Los espectadores no podían apagar el televisor. Y así fue como Pantoja le regaló a sus grandes enemigos un récord de audiencia: un 20,4% de cuota de pantalla y más de dos millones de espectadores siguieron la llamada.
La resaca no se curó ni con ibuprofeno. Sálvame, Socialité y Sábado Deluxe cerraron una semana de récords en los días consecutivos a la llamada. Cuando parecía que el capítulo estaba cerrado, Isabel Pantoja tiraba de tarjeta telefónica para volver a llamar a las instalaciones de Mediaset España. GH VIP, donde está encerrada su hija, era su segundo objetivo. En esta ocasión lo hacía porque el programa amenazaba con ponerle a Isa Pantoja la llamada de su madre en Sálvame. Y así se cortó el problema por lo sano.
Parece que Isabel Pantoja se ha sacado un bono de 10 viajes con destino a Telecinco. Este lunes volvía a sorprender con una nueva llamada a la cadena en la que tampoco se ha quedado callada. "Recibí cuatro docenas de rosas rojas de tallo largo de vuestro jefe", ha dicho, refiriéndose a Paolo Vasile. "Lo hizo dándome las gracias por la audiencia y diciéndome que quería un acercamiento conmigo", asegura la tonadillera. Y es que Isabel Pantoja se ha convertido en la colaboradora estrella de Telecinco, capaz de alcanzar picos de audiencia sin pisar un plató de televisión.