En la película Tesis de Alejandro Amenábar, una estudiante de comunicación le pedía a un compañero de clase un tanto rarito que le dejase ver alguna de sus películas de violencia extrema para analizarlas para su tesis. “Me han dicho que tegusta el cine violento y que tienes muchas películas de esas… gore, pornografía...” pedía un tanto tímida el personaje de Ana Torrent al de un joven Fele Martínez, casi con la discreción con la que una abuela te regalaba un billete de mil pesetas a escondidas de tu madre.
Y es que hubo un tiempo en el que la violencia en la ficción estaba más bien escondida, de manera casi clandestina, y especialmente en la televisión. No había filtro a la hora de mostrar atentados, accidentes o cualquier circunstancia que tuviese más o menos valor como noticia, pero en las series no había sangre, ni vísceras; eso podía molestar a la afamada señora de Cuenca a la que todo le tiene que gustar. ¡Ni siquiera en una serie de médicos se veía sangre o tripas!
El cine, el único resquicio televisivo que había para la el gore
En las películas que se pasaban por la pequeña pantalla de vez en cuando sí que había buenas dosis de hemoglobina, sobre todo, en aquellos años 90 e inicios de la década siguiente en la que al anochecer los videntes no llenaban la pantalla, ni tampoco los músicos que hacían mover la rueda.
Una era en la que la programación se rellenaba encadenado películas compradas por kilos, de cualquier época y temática, incluido el terror. Podría parecer increíble, pero títulos de la más sangrienta serie b (y hasta zeta) como Zombies paletos tenían cabida en la programación de las cadenas generalistas, aunque fuese a las cuatro de la mañana.
Incluso, a veces se podía ver algo de cine gore en el prime time, sobre todo en los contenedores de cine de terror como Alucine o Noche de lobos, que daban buena cuenta de sagas como Psicosis, Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street, y así las decapitaciones, los apuñalamientos o las amputaciones a golpe de sierra mecánica se convertían en el pan nuestro de cada día.
La sangre llega a las series
En los últimos tiempos, sin embargo, las grandes producciones se han abierto al mundo de las vísceras y los efectos especiales, y lo que antes era clandestino como en Tesis se volvió mainstream.
Desde los caminantes putrefactos de The Walking Dead a joyas poco reivindicadas como Slasher, de Netflix, una serie antológica sobre asesinos en serie en la que el espectador casi se tiene que quitar la sangre de la cara, porque hay gore a raudales. Y hay ficción con su buena sangre para un público adulto como American Horror Story, y también para jóvenes, como Scream Queens o Scream.
Incluso ya vemos sangre en series que no tienen por qué ir sobre asesinatos y monstruos. Solo hay que echar un ojo a Élite, que ya en su primera escena nos muestra a un adolescente con sangre en la cara y las manos, como llave para narrar una historia de lucha de clases, envidias y nuevas oportunidades en la vida que no todo el mundo puede tener.
¿Qué pasó con la tercera temporada de Scream?
Hablando de Scream, es llamativo lo que ha sucedido con su nueva temporada. Tras dos tandas de capítulos y un especial de Halloween (que se estrenó en 2016), la serie inspirada libremente en las películas de Wes Craven anunció una tercera en abril de 2017.
No sería una continuación, sino un reinicio de la serie, con nuevo asesino, nuevas víctimas y nuevas historias, se anunció el reparto, el argumento… Y con el escándalo de Harvey Wenstein, cuya productora estaba tras el proyecto, todo se quedó paralizado, pese a que se iba a estrenar en marzo de 2018.
Se ha confirmado nombres como el de Tony Todd (conocido para los fans del terror por su papel de Candyman), así como Mary J. Blige, Keke Palmer y CJ Wallace, en una temporada que contará la historia de la estrella de fútbol de la escuela secundaria Deion Elliott, cuyo pasado vuelve a atormentarlo. Un pasado que no solo pondrá en peligro su brillante futuro sino también la vida de sus amigos.
Habría sido maravilloso que, como aquel especial de 2016, lo nuevo de Scream hubiese llegado ahora para festejar Halloween. Sin embargo, nos tocará seguir esperando un buen tiempo. Menos mal que los que disfrutamos con las carnicerías tenemos otras series para ir haciendo tiempo.