Hubo una época en la que alcanzar el título de MissEspaña te aportaba un cierto prestigio. Con un poco de suerte, ser corona como la más bella abría las puertas para contratos publicitarios o televisivos a mansalva. Algunas celebrities como Bárbara Rey, Juncal Rivero, Remedios Cervantes y Esther Arroyo (¡incluso Tita Cervera!) lograron tal galardón hace varias décadas.
Además, durante los años 90 y principios de la siguiente década el certamen fue muy seguido por televisión, especialmente desde que Telecinco comenzase a emitirlo. Allí se montaban grandes galas que incluso duraban dos días, con actuaciones musicales de postín y patrocinadores por doquier. A veces, incluso, algunas ganadoras acababan con un trabajo en la cadena. Helen Lindes, por ejemplo, hizo sus pinitos de actriz en Al salir de clase el mismo año de su reinado.
Sin embargo, poco a poco el concurso de belleza fue perdiendo prestigio y credibilidad, sobre todo después de que El Mundo TV grabase un reportaje (emitido en Antena 3) que mostraba cómo los títulos se podían comprar y vender, con una periodista infiltrada que se alzó como Miss Alicante.
Eso no achantó a Telecinco, y continuó emitiendo Miss España y apostó fuerte también por Míster España, un título que al principio se celebraba de manera íntima y sin mucho bombo ni platillo. Así, en esta cadena fue en la que vimos cómo recibían la corona rostros actualmente ligados a la pequeña pantalla como Eva González o María Jesús Ruiz.
La elección de ‘Miss Fea’
El concurso siguió emitiéndose en Telecinco, sí, pero aquello dejó de ser algo sagrado, sobre todo, desde que Aquí hay tomate convirtiese el mundo del corazón en un show cañero cargado de humor irreverente.
Tanto es así, que el programa que presentaban Jorge Javier Vázquez y Carmen Alcayde se dedicaba a elegir a la Miss Fea, aquella que para el juicio de sus espectadores tenía la menor belleza de entre todas las participantes. Un título que no sentaba bien en absoluto a las ganadoras, como le ocurrió a Elena Valencia en 2007.
En las últimas semanas, el universo de Miss España y el oscurantismo que envolvía a la elección de las ganadoras ha vuelto a salir a la palestra, sobre todo desde que María Jesús Ruiz fichase por Sálvame como colaboradora.
Y es que ya sabemos que en el programa estrella de Telecinco sentarte todos los días en el plató puede tener implícito el pagar como prenda que te conviertas en personaje, que se indague en tu vida privada o en tu pasado.
Así, se está comentando que en aquel 2004 hubo una serie de favores, de cruces de teléfonos y otra serie de circunstancias que propiciaron que María Jesús Ruiz se alzase con el título de la más hermosa. De hecho, se cuenta que la delegación de Jaén pagó hasta 14 millones de las antiguas pesetas por ella, y algunas antiguas compañeras de la andaluza habrían vuelto a sacar a la luz aquellos trapos sucios sobre un posible tongo.
Incluso Lydia Lozano, que fue jurado de aquel certamen, también echó leña al fuego diciendo que a ella le llegaron rumores de una relación entre Ruiz y el jefe de prensa del certamen. Por su parte, María Jesús se defiende como puede.
“Son polémicas de envidias y me mantengo al margen.Han demostrado que son verdaderas arpías”, ha afirmado, aunque la sombra de la transparencia de su elección esté completamente mancillada en la actualidad. Como dato anecdótico, aquella gala en la que Ruiz salió triunfadora fue emitida en esa misma casa que ahora desmantela la organización, Telecinco.
El regreso de Miss España
Mientras Telecinco da estopa a la que fuese la organización de Miss España (que también fue cuestionada con otros nombramientos como el de Inés Sainz, Vania Millán o Lorena Bernal, entre otros), recordemos que hay intención de reflotar el concurso para que vuelva a brillar como antaño.
El pasado mes de julio, Juncal Rivero acudió a Viva la vida, también en Telecinco, y explicó que es la directora de un renovado certamen de Miss y Míster España. La que fuese la más guapa de España en 1984 quiso explicar el impulso que quiere darle al proyecto, aunque la entrevista fue más recordada por el discurso que hizo sobre los trastornos alimenticio (“esta chica tiene un problema de sobrepeso. Este es uno de los principales problemas de este país, la obesidad, no la anorexia”, en referencia a una modelo curvy) y sobre el movimiento #MeToo (“No entiendo que lo digan 10 años después").