Sólo unas horas antes de que la ultraderecha consiguiera representación en el Parlamento de Andalucía, Antonio García Ferreras presentaba a los medios Estrecho, dos especiales producidos conjuntamente por Newtral (El Objetivo) y 93 Metros (Clandestino) y dirigidos por Ana Pastor y Marias Recarte en el que el espectador será testigo de la cadena completa del tráfico de hachís y marihuana en el Estrecho de Gibraltar.
Entonces, antes ni siquiera de saber que VOX vetaría a laSexta en su sede, los medios aprovechamos para preguntar al presentador y director de la cadena cómo veía el reto de informar de este tipo de partidos en televisión. Una entrevista que ahora rescatamos por su interés informativo y con motivo de la emisión del especial de Salvados en el que se ha colado en los mítines de esta formación.
Yo voy a informar con responsabilidad, pero no voy a obviar un fenómeno.
¿Cómo ves el reto de informar de la ultraderecha?
Es un debate interesante y que se ha vivido durante mucho tiempo. Amigos de EEUU estaban con la misma reflexión cuando Donald Trump. Yo voy a informar con responsabilidad, pero no voy a obviar un fenómeno. En la campaña no se podía obviar el debate de si entraba VOX porque formó parte de la misma. Y si hay una presencia importante de la extrema derecha en el Parlamento de Andalucía, hay que contarlo y voy a entrevistarles. Tienen que contar por qué están ahí. No me gusta Salvini y Le Pen, pero si tienen presencia en el Parlamento, son gente a las que hay que entrevistar. Si entran en Parlamentos, son actores con los que contar a la hora de llevar a cabo el debate político o periodístico. Eso sí, hay que hacer un ejercicio de responsabilidad. Ya sabéis que solemos ser incómodos para todo el mundo.
¿Por qué laSexta triunfa con su apuesta de información?
Lo de triunfar es una palabra... No sé si somos líderes, lo que queremos es ser referencia. Hacemos apuestas de actualidad sabiendo que no van a tener una respuesta en audiencia espectacular. Pero creemos que tenemos que hacerlo. Por ejemplo, hace unos años estuve en una Diada y vi que en Cataluña algo había cambiado, que había un proceso importante que iba a terminar con la declaración de independencia y teníamos que ser sensibles a lo que estaba pasando.
No sé si somos líderes, lo que queremos es ser referencia.
Durante muchos años, las audiencias no respondían cuando informábamos de Cataluña. Y lo veíamos en el minuto a minuto, que la gente desconectaba. Pero en un momento dado cuando estalló, nosotros ya estábamos posicionados porque llevábamos años trabajando en eso. Es el desafío más grande que tenemos como país. Han sido 40 años magníficos pero con un fracaso, que es lo que ha ocurrido en Cataluña. Aquello estalla y estamos posicionados. El 1 de octubre éramos una cadena nacional haciendo un especial.
La religión del periodismo es la decencia. Y eso se basa en dos cosas: credibilidad y tiempo. La gente se da cuenta de que laSexta ha estado en todo lo que ha pasado: el atentado de Bruselas, el de las Ramblas. laSexta no va a Cataluña: está en Cataluña. O en Galicia, cuando ocurrieron los incendios. Si los incendios hubieran sido en Madrid, un montón de medios hubieran montado operativos. Esa es nuestra obsesión.
Dice el director de laSexta, Mario López, que eres el alma de la cadena
No, no. Soy una pequeña parte de laSexta. Es verdad que en el ADN de la cadena está una apuesta por el periodismo que es en el que yo creo. Siempre he pensado que laSexta desde sus orígenes tenía que ganar en credibilidad para ser referencia en actualidad. Eso es complicado cuando eres una cadena pequeña, pero es algo que se gana con los años. Una de las patas fundamentales es el periodismo en el que creo. Pero no es cosa mía, yo sería prescindible.
Sería una frivolidad valorar TVE porque no la veo
¿Cómo ve los cambios en RTVE?
La última etapa fue indecente y me sorprende que algunos actores de aquella etapa estén dando lecciones. Pero no estoy muy encima de cómo va el proyecto. No sigo TVE y no podría deciros. Sería una frivolidad por mi parte valorarlo porque no veo TVE.