Al contrario de lo que ocurriera el año pasado, que hasta que no se analizaron las audiencias de Operación Triunfo no se decidió que este programa fuera el proceso de selección de Eurovisión, este año TVE despejó dudas en la presentación del formato en septiembre confirmando que volvería a utilizar esta misma fórmula.
Por el camino se han solucionado problemas. Este año el concurso ha tenido unas bases públicas para saber qué requisitos se necesitan para que un compositor sea seleccionado, o se ha anunciado quiénes forman los comités para elegir las canciones.
TVE haber promovido clases semanales sobre la historia del certamen
Sin embargo, la cadena pública ha vuelto a demostrar un escaso interés en aprovechar una plataforma como Operación Triunfo para recuperar la confianza de la audiencia en el festival y volver a conectar con un tipo de público que ha perdido durante los últimos años.
De nada ha servido que un año más los concursantes hayan demostrado poca disposición por representar a España en el certamen y, al igual que ocurriera el año pasado con Agoney, este año todos aboguen porque sea Famous el representante ya que es el que ha demostrado un mayor interés.
TVE ha vuelto a dar la espalda al festival, bien por desinterés o bien por incompetencia. Semanas y semanas en los que la cadena pública podría haber aprovechado para promocionar Eurovisión con clases semanales sobre la historia del certamen con antiguos representantes, profesores o medios especializados.
Hubiera sido una forma notable de sumar nuevos seguidores entre el público joven y que se interesaran por un certamen en el que, más allá de la competición, se descubren músicas y culturas de otros países y se fomenta la unión entre países.
Semanas en las que podrían haber entendido que, lejos de la creencia popular, Eurovisión no hunde carreras. De hecho son muchos los que saben aprovecharlo para promocionarse por toda Europa como ha sucedido este año, por ejemplo, con Eleni Foureira.
Sin embargo, finalmente los concursantes simplemente se empaparán de Eurovisión durante esa semana en la que tendrán que preparar los temas para los que les han seleccionado.
Descoordinación
Lo más grave de este asunto y, la prueba fehaciente de cómo se hacen las cosas en TVE, llegaba hace una semana cuando la directora de la Academia, Noemí Galera, negaba públicamente a la propia cadena diciendo que ella no iba a ser miembro del comité para seleccionar canciones.
Desde la cadena no se supo reaccionar explicando qué había sucedido realmente o quiénes eran esos dos profesores de la Academia de OT que formaban parte del comité, quedando así en duda todo el proceso.