El final de Presunto culpable ha llegado. La serie ha desvelado todas sus incógnitas y ya se ha descubierto lo que pasó con Anne hace seis años. La ficción de Antena 3 ha llegado a su fin y por fin se sabe qué pasó en el pueblo y cuáles fueron las razones que llevaron al asesino de Anne a matar a la joven sin dejar rastro alguno. 

[CONTIENE SPOILERS]

El último episodio de la serie arrancaba con una culpable muy clara. Elena (Irene Montalá), actual pareja de Jon (Miguel Ángel Muñoz) tenía las mismas botas que se suponía que calzaba el asesino de Anne. En el anterior episodio, el espectador pudo ver este detalle para poder señalar a Elena como la asesina. 

De hecho, el propio Jon empieza a sospechar que esto es así cuando descubre fotos de Anne en el ordenador de Elena. Mientras, es la propia Elena la que sospecha de Jon al haber sido casi atropellada en medio de la carretera. La psicóloga acude a la policía para acusar a su pareja de ser el asesino de Anne y de Susana y de haber mentido en su coartada. 

Esta acusación se le vuelve en contra a Elena. Gracias a Maite (Carol Rovira), la hermana de Anne, consiguen hacer ver a la policía que Elena estaba obsesionada con Anne y que fue su psicóloga en Madrid hace años. Por eso la policía acaba deteniendo a Elena después de descubrir el teléfono de Anne en su casa, junto a las botas y al cuchillo con el que mataron a Susana.

Todo parece cerrado, pero la cosa no iba a ser tan fácil. La serie da un salto temporal de seis meses para descubrir cómo le va a toda la familia cuando el caso parece cerrado. Elena sigue en la cárcel y se enfrenta al juicio por el asesinato de Anne. Sin embargo, la madre de la asesinada sigue creyendo que Jon es el culpable de todo.

Tras este salto temporal, descubrimos que Maite, la hermana de Anne, ha sido madre de una niña a la que han llamado Anne y que Jon y ella viven juntos como una pareja de enamorados. Sin embargo, Jon sigue pensando que algo no cuadra en la historia y que Susana había descubierto algo en la fotografía de la búsqueda de Anne. 

Finalmente, termina dándose cuenta del detalle: Maite no llevaba las gafas puestas en la búsqueda y sí en la fiesta. Cuando Jon le pregunta a la madre de su hija por ello, Maite termina confesando lo que pasó en la noche del crimen. Un flashback termina descubriendo cómo murió Anne. 

Tras la fiesta, Anne y Jon discuten y ella quiere irse de España. Va a su casa a por ropa y a por el pasaporte. En ese mismo momento llegan Jon, muy borracho, y Maite. Ella, obsesionada con Jon desde muy pequeña, le intenta convencer para que deje a su hermana. Le besa, pero él la aparta. En ese momento, Anne baja de la habitación desde donde estaba viendo todo y Maite enloquece, dándole un golpe a Jon, por lo que pierde la memoria, y otro a Anne, que termina corriendo hacia el bosque.

Es en medio de los árboles donde Maite termina dando caza a Anne. Allí le da el golpe final con el que terminó con su vida. Su cuerpo termina en un zulo, donde se le rompieron las gafas que terminaron delatándola unos años después. “Lo hice todo por ti”, dice Maite en su confesión. “No puedes entregarme. No puedes apartarme de Anne (hija), ella me necesita”, declara. 

Jon graba toda esta conversación y se la entrega a la policía. Asegura (sin que se vea en imágenes) que cuando se dio cuenta de la grabación salió corriendo. La policía duda de que sea así, de que no pudiese alcanzarla. “Me puso a la niña de por medio. Cuando salí ya se había ido con el coche”, asegura Jon. 

La serie termina con una escena de Jon, con su hija, mirando hacia el mar. En el fondo del mar se puede ver una imagen: Maite, encadenada, está muerta. Todo indica que fue el propio Jon el que terminó matando a la asesina de Anne, como venganza por todo lo ocurrido en los últimos años. Sin embargo, este habría sido el misterio de haber tenido una segunda temporada. 

Los datos de la serie

Presunto culpable se despide sin tener posibilidad de renovación. A pesar de haber sido vendida a Amazon, lo que mejora su rentabilidad, los datos de la serie en directo no son suficientes como para pensar en hacer una segunda temporada que continúa con el misterio.

A pesar de ello, el público ha demostrado cierta fidelidad con la serie. La ficción, a falta de las audiencias del último episodio, ha mantenido un 13,1% de cuota de pantalla con 1,9 millones de espectadores de media. No son datos catastróficos, por lo que Antena 3 puede darse con satisfecha con haber mantenido una media constante con la serie.

Además, en diferido ha funcionado bastante bien. Acumula una media de 342.000 visionados por capítulo, siendo la segunda serie más vista de la temporada (por detrás de Estoy Vivo con 360.000).