Cualquiera que haya podido hablar con Raquel Sánchez Silva en alguna ocasión, sabe que es una profesional bastante preocupada por la evolución de los medios de comunicación y que, siempre que se sienta a conceder una entrevista a varios medios, no duda en preguntar por lo que ha pasado ese día en el sector de la televisión.
Es, además, alguien a la que le gusta mojarse con sus opiniones. De ahí que no sorprendiera que cuando hace una semana se presentara en rueda de prensa la segunda temporada de Maestros de la costura, preguntara a los compañeros por su opinión de la cancelación de Noticias Cuatro.
Fue el abono necesario para comenzar un debate sobre el actual estado del periodismo televisivo, su influencia en la cancelación o renovación de programas o la dictadura del clickbait, que incluso llevó hace unos días a Pablo Motos a contraatacar a aquellos medios que mienten sobre El Hormiguero con el único objetivo de ganar visitas.
Siempre hay que recordar que cuando se cancela un programa, hay gente que se va a su casa sin trabajo.
Nos levantamos ayer con la cancelación de Noticias Cuatro…
Vivimos tiempos raro en la televisión. Está rara, distinta, intentando adaptarse a una situación nueva de consumo. Los intentos de adaptación siempre son en pro de lograr un resultado mejor. A mi como profesional me da una pena horrorosa que los equipos dejen de trabajar. Al final aquí se trata de esto. Me da mucha pena cuando se cancela un programa. Siempre pienso en los equipos. Por eso vosotros que sois los que tituláis, cuando alguien da mala audiencia, deberíais saber que buscando esa sensación en el titular, que a veces es más un cibercebo que otra cosa, ahí hay puestos de trabajo.
Sabes que hoy en día manda el SEO…
Es un poco triste cuando esa exageración afecta. Es mi opinión. Creo que no está ayudando a la televisión. Se da una visión dramática o catastrófica o de éxito, que no es así. Es todo. O arriba del todo o abajo del todo. O el cielo o el infierno. O el éxito o el fracaso. Y me parece muy injusto para los profesionales. Siempre hay que recordar que cuando se cancela un programa, hay gente que se va a su casa sin trabajo.
Pero lo cancela un directivo...
Lo cancela un directivo, pero tenéis mucha influencia. Los medios tienen mucha influencia. Ahora mismo un titular, sea de lo que sea, tiene que llevar fracaso, tragedia, polémica o desgracia. Hasta los medios más importantes. Eso hace que todo sea arriba. Y las televisiones son sensibles a estas cosas.
La prensa ha aprendido de la televisión...
La prensa escrita está aprendiendo de las redes sociales. Y no se le puede echar la culpa a un señor cabreado de Toledo que dice una barbaridad porque es un señor cabreado de Toledo, pero no es un profesional. No tiene una responsabilidad. El periodista, sí.
Un programa lo cancela un directivo, pero tenéis mucha influencia.
Me refiero a los cebos...
Sí, probablemente. Yo no digo que no todos hayamos colaborado, pero lo importante es ver hasta dónde hemos llegado en ese camino. Estamos en un momento de transición, pero nunca nadie hace la cuenta de que esto termina con gente sin trabajo. Y los periodistas tienen que ser responsables.
Pero en el lado de los periodistas también hay jefes...
Yo he estado en una redacción y me han pedido noticias. Pero creo que ahora hay un momento periodístico extremadamente sensible. No vende un titular amable. No soy capaz de encontrarlo en ningún medio de comunicación. Ni los más respetables. O es un ránking o es la nada.
No creo que ningún directivo cancele un programa por un titular de un periódico...
No digo que se cancela, sino que tenéis una influencia y tenéis que saberlo.
Hay titulares positivos a diario, pero siempre destacáis lo negativo...
Eso es igual que cuando te insultan por internet o te dice que lo haces muy bien. Lo que no te deja dormir son los disgustos. No culpabilizo directamente, pero hay una responsabilidad. No hablo mal de la prensa porque pertenezco a ella, pero a veces me duele cuando empieza un programa. Uno dice una barbaridad en Twitter y es lo que se saca. No me parece justo.
Ahora no es tan fácil hacer televisión y disfrutarla porque estas presiones hace que sea complicado
Cambiemos de tema. ¿Cómo ha ido la segunda temporada?
Lo he disfrutado mucho. Ahora no es tan fácil hacer televisión y disfrutarla porque todas estas presiones hace que sea complicado. Y este programa es un oasis en ese sentido. Es una suerte porque en el equipo somos amigos. Es un regalo y más que este año están completamente autónomos.
En la primera edición se dijo que era el MasterChef de la costura, pero tienes un papel distinto al de Eva ya que, por ejemplo, opinas más. ¿Lo pediste tú?
Al final me meto en muchos charcos, como ahora... Pero cuando lo hago es porque no lo puedo evitar. En esta edición me he metido más en la parte emocional. Vivo las pruebas y si pasa algo, les ayudo, doy ánimos...
¿Por qué crees que gusta tanto el programa?
Porque lo anhelas, porque lo quieres hacer o lo tienes en la lista de propósitos. El tema de la costura es muy de piel, muy familiar. No te asusta. En casa siempre hay alguien que ha cosido. Hay una referencia en tu memoria.
¿Cómo ha sido ese encaje de bolillos para rodar Maestros de la costura, Lo siguiente y escribir un libro?
Con un gran esfuerzo de adaptación por parte de los equipos. Maestros tiene un calendario más férreo y Lo siguiente se ha tenido que amoldar. En un diario la estabilidad y la rutina ayuda. No creo que yo haya sido la que más esfuerzo ha hecho.
Estamos buscando la mejor versión de Lo siguiente
¿Qué valoración haces de Lo siguiente?
Estoy muy contenta porque me siento muy orgullosa de lo que estamos queriendo hacer y de querer hacerlo cada vez mejor. Y va a seguir evolucionando. Estamos buscando la mejor versión de ese programa. Lo que no podemos abandonar es que sea un programa de calidad, para que pase gente por TVE, que sea blanco, que no sea polémico y que sea público. Y en ese camino es más difícil pelear. Lo vamos a seguir intentando. ¿Me encantaría hacer todos los días un 10? Sí. ¿Sabíamos que era difícil? Sí. Estamos en un franja muy complicada.
¿Es más difícil competir desde la televisión pública?
No. Me parece que volvemos un poco al punto de inicio de la conversación. La televisión pública tiene que examinarse de otra cosa: de la calidad, del buen gusto, de lo blanco, de las buenas intenciones. Puedo pensar que hago un vídeo intergeneracional en Lo siguiente de gente mayor y joven con mismas aficiones de tres minutos. ¿Es más televisivo otra cosa? Esta es la pregunta a la que no puedo responder. ¿Impacta más el vídeo escandaloso? Pero, ¿qué tiene que hacer TVE? Lo que estamos haciendo nosotros. Y luego el éxito no es algo que me competa a mi. Mi único objetivo es salir a defenderlo con ganas y me gusta sentirme orgullosa del programa.
TVE tiene que hacer lo que estamos haciendo nosotros en Lo siguiente
No debe competir a nivel comercial...
Estamos haciendo un programa de televisión muy concreto, que como todos los diarios necesita un tiempo para que llegue el mensaje y conquistar a la audiencia. Pero TVE no juega en otra liga. Al revés TVE siempre ha sido la primera liga.
No decimos que sea una liga menor, pero no se puede analizar igual una televisión pública y una comercial...
Hay que analizar los datos, que es lo que veo que no se hace cuando se hacen los titulares de audiencia. Nadie cuenta a qué hora empiezas, de dónde vienes, en qué punto partes, en qué share cuando lanzas... Dicho esto: es una franja complicada.