La vida de Ana Obregón cambió hace unos meses, cuando detectaron a su hijo Álex Lecquio un cáncer. Su papel de madre le hizo retirarse de los medios para estar a su lado (no acudió, por ejemplo, al estreno de Paquita Salas, en la que tenía un papel como sí misma) y una vez se está superando la enfermedad, ha vuelto a la palestra.

Su reaparición en televisión se produjo este viernes en Volverte a ver, y junto a Carlos Sobrera agradeció todo el cariño que han recibido ella y Álex durante estos meses. “Todo va muy bien, dentro del pronóstico que había va fenomenal”, dijo sobre la evolución.

Acostumbrados a una Ana divertida que cuenta sus anécdotas con Spielberg o El Equipo A a la mínima ocasión, se mostró frágil y temerosa, y relató cómo la noche que recibió la aciaga noticia se “permitió el lujo de llorar durante toda la noche”, y que su hijo le ha dado “la lección de su vida”.

Su mensaje en todo momento fue esperanzador, y aprovechó para pedir al Gobierno que invierta dinero en la investigación de la enfermedad.

Quedó patente que Ana está volcada en la lucha contra el cáncer, y de hecho, recibió una sorpresa en ese sentido. Patricia quiso agradecer a la actriz la colaboración que está realizando con a la Fundación Caíco, a la vez que le mandaba un mensaje de ánimo para salir adelante.  “Lo que no se puede hacer es drama sobre el drama. Una madre o un familiar tiene que estar con la mente fría y tomar soluciones”, señaló la Obregón.