Javier Herrero abrió la veda en la segunda edición: él fue el primer concursante de Tu cara me suena que no imitó a nadie, sino que hizo de sí mismo, cantando con su voz, en una gala especial en la que Àngel Llàcer replicó a su hermano Pedro, y juntos entonaron ‘Acordes’ y ‘Háblame de ti’, recreando a Los Pecos.

Desde entonces, en Tu cara me suena han sido mucho los artistas que han acudido como invitados no a imitar a otro cantante, sino para hacer de sí mismos, cantar con su propia voz y sus propios éxitos. Entre otros, podemos citar a Álvaro Soler, Morat, David Otero, Cepeda, Blas Cantó, Sole Giménez y así, un listado de nombres más o menos extenso.

La casilla ‘Original y copia’

Este tipo de colaboraciones siempre eran “decisión” del pulsador y se justificaban con la casilla ‘Original y copia’. Algunas propuestas venían precedidas de un gran éxito comercial, y en otras, se traba de temas actuales que quizá no habían calado tanto entre el público y que parecían más una promoción al uso, digna de un formato tipo Música sí.

Por ejemplo, es llamativo el caso de Álvaro Soler, que ha acudido tres veces al programa, siempre haya hecho de sí mismo para acompañar a Vicky Larraz, David Guapo y a Jordi Coll esta temporada.

Artistas que no imitan

A eso le sumamos dos hitos que han sucedido durante esta temporada: Paulina Rubio y Pablo Alborán. Y es que la Chica Dorada en la primera gala, y el malagueño en el Concierto de Año Nuevo han sido los dos únicos artistas que han pisado el plató para cantar sus canciones sin ningún compañero, sin imitar, rompiendo la esencia del programa.

Cierto es que pocos programas quedan en televisión para ir a presentar un nuevo single si eres un cantante profesional; a lo sumo, se hace un hueco en el magacín de turno y encima se canta una versión recortada.

Tu cara me suena no debería alejarse de las imitaciones. Antena 3 tiene La Voz, El Hormiguero, Espejo Público si me apuras para que Alborán o quien corresponda interprete sus propios temas. Al programa de Manel Fuentes se va a emular a otros artistas, con más o menos soltura.

Para ver a una estrella cantando su último single, mejor que monten un programa en el que tenga cabida, ya sea Música sí, o algo más sofisticado como aquel Séptimo de caballería que presentaba Miguel Bosé.