Los malos augurios se han cumplido. La política se ha impuesto en la elección del representante de Ucrania en el próximo Festival de Eurovisión y finalmente Maruv no será la representante de aquel país en Tel Aviv.
Así lo ha confirmado la cantante en Instagram después de que revelara las abusivas condiciones del contrato para acudir al certamen como tener que renunciar a dos entregas de premios y dos conciertos en Rusia, ceder los derechos de autor de la canción, prohibida comunicarse con periodistas sin consentimiento de la televisión ucraniana y aceptar todo tipo de órdenes e instrucciones.
"Nuestra reunión de hoy con la NTCU duró casi hasta las siete con el resultado de que no hemos llegado a un acuerdo entre las dos partes. Unas horas antes del sorteo me pidieron participar en la Selección Nacional para Eurovisión - 2019. Acepté y gané, y con gran orgullo estaba preparada para representar a mi país de origen Ucrania en el ámbito internacional de las canciones. Como dije antes, el rechazo de los conciertos en Rusia no fue esencial para nosotros", añade.
Soy músico, no un murciélago en la arena política
"Los principales desacuerdos fueron otras cláusulas del tratado, que, si firmo, me dejan en condiciones de esclava. Soy una ciudadana de Ucrania, pago impuestos y amo sinceramente a Ucrania. Pero no estoy lista para hablar con consignas, convirtiendo mi estancia en un festival en promociones de nuestros políticos. Soy músico, no un murciélago en la arena política", continúa.
"Sinceramente agradezco y aprecio a todos los que creen en mí y votaron por mí. Y les pido que acepten este hecho y que no se enfrenten. Este es un regalo de hoy. Quiero dar mi creatividad sin censura. Mañana me despertaré con nuevas fuerzas para ganar y popularizar mi música en el mundo", finaliza.
La televisión ucraniana ofrecerá ahora acudir a Tel Aviv a las segundas clasificadas, las Freedom Jazz. Sin embargo, este grupo también actuaron en Rusia el año pasado.
La polémica de Jamala
Maruv ganaba este sábado el programa Vidbir, la preselección nacional de Ucrania en la que se decide quién va al Festival de Eurovisión que se celebra el próximo mayo en Tel Aviv. Sin embargo, el hecho de que la cantante haubiera participado en conciertos en Rusia, país con el que Ucrania mantiene un conflicto, dejaba su participación en el aire.
Maruv no ocultó el hecho de que a menudo realiza giras no solo en su propio país, sino también en Rusia. Por eso, durante la gala, el presentador Sergey Pritula le preguntó sobre la gira en Rusia, pero la cantante se negó a responderla, explicando que ella ya había hablado públicamente sobre el tema.
Además, Jamala, ganadora de Eurovisión con el tema ‘1944’, le preguntó a Maruv sobre a quién pertenecía Crimea, y ella respondió que era territorio ucraniano, a pesar de que se convirtió en parte de Rusia a raíz de un referéndum entre los habitantes de la península celebrado en marzo de 2014.
Las reacciones no se hicieron esperar, y por ejemplo, el vicepresidente de Ucrania, Vyacheslav Kyrylenko, dijo a través de Twitter que "el representante de Ucrania no puede ser un artista que realiza giras en el estado de agresor, tiene planes de hacerlo nuevamente y no se da cuenta de que es inaceptable. Por lo tanto, la historia del participante ucraniano (para Eurovisión) está lejos de ser completa".