Hace ya algunos meses, Jorge Javier Vázquez confesaba que tenía “la fortuna de presentar los programas más honestos de la televisión española (...) La gente –que nunca ha sido tonta- se sienta a ver GH VIP 6 y los disfruta sin prejuicios porque sabe lo que va a ver. Entretenimiento. Puro y duro”.
Y esto mismo ocurre con Telecinco. A día de hoy, cuando el espectador quiere informarse sobre algún acontecimiento político, sabe perfectamente que la primera cadena de Mediaset España no es la mejor opción y busca otras alternativas como laSexta o, incluso, Antena 3.
"El hecho de no hacer hincapié en política es porque, más allá de un límite, sabemos que se entra en la propaganda, que es la manipulación del cerebro", ha llegado a decir el consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, obviando por ejemplo que dar más tiempo en televisión a los franquistas que a las víctimas del franquismo también es hacer propaganda.
Mediaset prefirió relegar los primeros resultados de las Generales de 2016 a Cuatro
De ahí que no sea extraño que el grupo de comunicación no haya vuelto a demostrar ni el más mínimo interés en organizar su propio debate electoral de cara a las Elecciones Generales del próximo 28 de abril. En este caso, lo honesto ha sido dar un paso atrás y dejar a otras cadenas más preparadas para que sean las que lo realicen.
En su caso, lo racional sería lo que ya proponíamos en tono de humor en 2015. “Un debate en Telecinco hubiera sido tope hilarante. Los 4 candidatos habrían llegado cada uno en una carriola del Rocío (...) A la llegada a las puertas de Mediaset, para recibirles, habría estado Jorge Javier Vázquez con un traje de esos reventones que se pone”.
“Después del buen rifirrafe dialéctico, con Mila Ximénez controlando los tiempos de cada uno desde su casa llegaría el momento del alegato final: Un minuto para convencer a los coaches y que se giren”.
Pero, como obviamente no es cuestión de ‘salvamizar’ así la política -¿O no lo hacen algunos políticos ya?-, Mediaset ha optado por llevar a cabo un debate a seis (PP, PSOE Ciudadanos, Podemos, Vox y un representante de los partidos independentistas) en Todo es mentira.
La idea es respetable ya que, como ha dicho Alfonso Merlos, "hay que desacralizar los debates electorales y buscar nuevas formas de llegar a la gente". Sin embargo, que ésta sea la apuesta política de Mediaset no hace sino desmotrarnos que el grupo ya ha asumido que no es referencia informativa.
Los sucesos, otra historia
Otra cosa, eso sí, es cuando hay que informarse de un suceso trágico. Ahí, Telecinco es la preferida. Y por ello, con toda la honestidad del mundo, no les importa excederse en informar sobre casos como el de Julen porque saben que su perfil de público le demanda ese tipo de información.
El problema viene cuando los medios de comunicación explicamos que han ganado el mes por haber exprimido este trágico suceso más que sus rivales o cuando Mamen Mendizábal critica que “los programas que tratan la actualidad de una forma frívola no hacen periodismo”.
Lo inquietante de todo es que, cuando Telecinco fue la única cadena que no interrumpió su programación para dar cuenta del terrible atentado de Niza en 2016, la compañía emitió un comunicado donde remarcaron que su misión es la de “informar, no angustiar”.
“Telecinco emitió 3 avances informativos con la información contrastada más relevante, citando fuentes oficiales francesas, manteniéndose al margen de la reiteración y evitando en todo momento ofrecer en toda su dureza las imágenes de los fallecidos en el paseo marítimo de Niza, en un ejercicio de respeto a las víctimas”.
Las 54 horas dedicadas al caso Julen, sin embargo, no angustiaban ni en ningún momento se pudo llegar a faltar el respeto a la familia del pequeño. Sólo era información. Eso sí, información de la que demanda el espectador de Telecinco. La otra, la política, ya saben donde tienen que buscarla. Honestidad.