“Tengo la sensación de que no es tanto atraer a la gente porque la gente está dispuesta a venir, sino que no estamos consiguiendo mantenerlos nosotros. Cuando a la gente le das un producto que les gusta, la gente está ahí. El reto está en darles algo que sienta la necesidad de verlo la semana siguiente y quedarse ahí”, comentaba este pasado fin de semana el fundador de Bambú Producciones, Ramón Campos, a BLUPER cuando se le preguntaba por los retos a los que se enfrentaba la ficción en abierto a corto plazo.
Y a juzgar por el primer capítulo de 45 revoluciones, la serie que hoy estrena Antena 3 a partir de las 22:45 horas, parece que lo han conseguido al menos en esta acelerada carta de presentación que no da pie al respiro. Y es que, fiel a su nombre, 45 revoluciones cuenta con un ritmo frenético hasta ahora no visto en la ficción en abierto que impedirá que andemos distrayendonos con el móvil, una de los grandes problemas actuales.
Un ritmo frenético hasta ahora no visto en la ficción en abierto
Durante la presentación de la serie hace unos días en Madrid, Iván Marcos (Guillermo Rojas) intentaba ejemplificar cómo había sido el rodaje de la ficción, andando y hablando sin parar. Y ese es precisamente su ritmo. Pim, pam. Pim, pam, Pim, pam. Sin pausa. Como si te hubieras tomado un café sólo. Y todo con una dirección más propia del cine y con una fotografía que difícilmente vemos en otra televisión en abierto.
Un ritmo embalado que, no obstante, no hace que se pierda nada por el camino. Aquí, los 53 minutos han permitido centrarse en la historia de los tres personajes protagonistas. Adiós a las tramas secundarias sin sentido. Hola a las historias de personajes.
Unos personajes que, al estar encarnados por nuevos rostros, hacen que quieras saber más de ellos. Todo un acierto contar con estas tres caras desconocidas. Guiomar Puertas, Carlos Cuevas e Iván Marcos han llegado a la ficción para quedarse.
Paradigma de la industria audiovisual
¿Y la historia? Muy actual. Y es que, mientras por una parte se hace eco del movimiento feminista con la historia de Maribel, una joven de los años 60 que quiere romper con lo que manda la tradición para las chicas de su edad; por otra, 45 revoluciones habla del estado actual de la industria de la ficción convirtiénse en la mejor carta de presentación para la estrategia de Atresmedia de recortar sus series a 50 minutos.
“Los negocios se mueven por las cifras y las cifras dicen que tenemos que sacar un nuevo disco de Marisol”, dice el personaje de Israel Elejalde, Pedro Zabala, el antagonista de los tres personajes y director de la discográfica Golden Records.
“El negocio no está solo en ver dónde está la ganancia sino en adivinar hacia dónde irá la industria”, le contesta Guillermo Rojas (Marcos), que quiere abrir un nuevo subsello para los nuevos públicos. ¿Y qué es sino Atresmedia Studios sino precisamente ese nuevo sello para atrapar a esos nuevo públicos?.
¿Y la música?, se preguntaran teniendo en cuenta que es una serie musical. En ese sentido Bambú ya demostró en Velvet su buen hacer y aquí, el versionar canciones actuales con ritmos de los 60, es todo un acierto. Ojo al Human de The Killers en versión sesentera.