La entrevista de Jordi Évole al Papa Francisco se convertía este domingo en todo un evento televisivo como así demostraron las audiencias. Salvados arrasó un 21% de cuota de pantalla y 4.107.000 espectadores, consiguiendo así su máximo de temporada y aportando al canal el 26,7% de su resultado en el día.
El programa también generó cientos de titulares en los medios de comunicación, no sólo nacionales sino internacionales. Sin embargo, curiosamente la entrevista pasó desapercibida para TRECE, la cadena que pertenece a la Conferencia Episcopal.
Así, por ejemplo, en TRECE al día, el espacio presentado por José Luis Pérez y Ana Samboal que repasa la actualidad, la información social y cultural se optó por abrir con el discurso del plenario de Ricardo Blázquez y evitando a hablar de la entrevista al Papa. Tampoco lo hizo El Cascabel, la tertulia política presentada por Antonio Jiménez.
Y eso que Francisco se mantuvo en la línea de los valores cristianos en materias como el aborto o la homosexualidad. Sin embargo, en otros aspectos se mostró mucho más abierto e incluso crítico con la propia Iglesia.
De hecho, el argetino no dudó en destacar que en El Vaticano hay mercaderes "como en todos los sitios. El Estado de la Ciudad del Vaticano no se salva de los límites y de los pecados y de las vergüenzas de otras sociedades", por lo que "hay que ir limpiando" la Iglesia.
Asimismo, a la hora de hablar sobre la Memoria Histórica, el pontífice confesó que "una sociedad no puede sonreír al futuro teniendo sus muertos escondidos. Los muertos son para ser enterrados, pero no para ser escondidos. Por eso, nunca se va a tener paz con un muerto escondido".
Además, el Papa también tuvo una dura crítica a los medios de comunicación. "Conozco algunos medios de España que son católicos de misa y no hacen más que ensuciar a los demás".